La fosa de Salomó está en el cementerio municipal y la excavación empezará el 21 de octubre, y los arqueólogos prevén hallar los restos de una veintena de soldados republicanos muertos durante la ocupación franquista del lugar, en enero de 1939, cuando los vecinos recogieron con un carro los cadáveres y los enterraron.

La otra fosa está en una finca en las afueras de Móra d'Ebre, cerca de una masía donde el ejército republicano estableció un hospital de guerra para atender a los heridos en la batalla del Ebre, y la excavación empezará al terminar la de Salomó.

Con estas dos fosas, la Generalitat habrá abierto 34 desde el inicio del Plan de fosas en 2017, con el que se han recuperado los restos de 314 personas y se ha identificado a ocho.

PERE ARAGONÈS

El vicepresidente en funciones de presidente del Govern, Pere Aragonès, ha dicho este viernes después de visitar junto a la consellera de Justicia, Ester Capella, el laboratorio antropológico de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) que el Plan de fosas es "uno de los pilares fundamentales" de la política de memoria histórica de la Generalitat.

"Rescatar a las víctimas del olvido es un requisito previo e indispensable para la consecución de la justicia", y ha afirmado que el Govern considera que la mejora de calidad democrática pasa por el reconocimiento de la memoria.

Ha reivindicado la historia como una herramienta para trabajar el futuro y el presente, y ha dicho: "Tener memoria es la mejor base para tener futuro y la mejor vacuna contra los nuevos extremismos, que como la extrema derecha y el nuevo fascismo, están apareciendo en las sociedades".