Los vallisoletanos tendrán que rascarse aún más los bolsillos después del último ajuste del Índice de Precios de Consumo (IPC) que ha terminado el 2008 en un 1,5%, el más bajo de la última década.

El IPC es la referencia que se usa para fijar el aumento de los salarios. Así, todos los impuestos, precios públicos y tasas han experimentado incrementos muy superiores, incluso más del triple, lo que dejará menos poder adquisitivo a las familias.

Con la subida del 4,9% de los impuestos y tasas municipales, cada vallisoletano pagará de media, 294 euros, 28,6 euros más que lo desembolsado en 2006, año en el que se pagaban 265,6 euros, según un estudio de la Universidad de Málaga -último análisis riguroso realizado sobre la presión fiscal en España-.

Sin embargo, si los impuestos se hubiesen incrementado el 1,5% del IPC cada vallisoletano pagaría, de media, diez euros menos en impuestos.

Bus y taxi. El billete de bus se ha disparado hasta 1,10 euros, un 10% más. La subida ha sido menor, del 3,3% si se utiliza el bonobús, con el que cada viaje pasa de 59 a 61 céntimos.

Agua. La empresa que gestiona el agua pidió una subida del 20% de los precios. Los técnicos municipales recomendaron que no se pasara del 3,6% y el Ayuntamiento decidió fijar el incremento en un 4,9%.

La ORA. Es el único precio que no sufre variación. Se seguirá pagando lo mismo por tercer año consecutivo.

Deportes. Las instalaciones municipales deportivas han subido un 3,7%, de media. En este caso se ha tomado como referencia el IPC de octubre.

Desde Madrid. La luz sube un 3,8%, aunque en julio ya subió otro 5,6%. Renfe encarece sus precios entre un 4 y un 6%. De lo poco que ha bajado ha sido el gas, un 3,6%.

El desfase entre el incremento de los salarios y el de los impuestos y tasas tiene una explicación. El Ayuntamiento de Valladolid toma como referencia el dato del IPC de agosto para ajustar sus ordenanzas fiscales. Justamente ese mes se alcanzó un incremento del 4,9% y, desde entonces, ha bajado un 3,4% hasta situarse el 1,5% actual.

De estas forma, el incremento medio de los impuestos será más del triple que lo que subirán los salarios. Incluso más, puesto que la tasa de la grúa cuesta desde el 1 de enero un 25% más que el año pasado.

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