Los jóvenes suelen ser los más necesitados de contratar hipotecas y existen (como hemos comentado en entregas anteriores) numerosos productos hipotecarios en el mercado pensados especialmente para ellos.

Sin embargo, a la hora de la verdad, muchos se encuentran en grandes dificultades para acceder a un crédito, viéndose obligados a encontrar un avalista que los respalde. Normalmente, son sus padres.

¿Qué supone avalar? La tercera persona que se presta como avalista estará ligada a los jóvenes solicitantes tanto tiempo como dure la hipoteca. Su función es garantizar el pago del préstamo y todos los gastos inherentes (seguros, demoras...), en caso de que su prestatario (el joven o la pareja de jóvenes) no pueda afrontarlo.

Dada su importancia, es algo a considerar con cuidado cuando se está negociando la hipoteca y que también se debe pactar. Tres cosas importantes

–El banco no mantendrá informado al avalista del estado de los pagos hipotecarios a menos que éste lo solicite expresamente a la entidad.

–El banco no está obligado a embargar el bien hipotecado, puede optar por reclamar las propiedades de los avalistas.

–Puede haber más de un avalista. Por ejemplo, pueden ofrecerse los cuatro progenitores de una pareja de recién casados.

W ASESORAMIENTO

–Asociación Provivienda: www.provivienda.org.

–Fundación de Derechos Civiles (Civilia): www.civilia.es.