Un hombre se enfrenta a una pena de hasta 20 años de prisión para intentar matar a hachazos a los propietarios de la empresa donde trabajaba después de que le despidieran. 

La agresión se produjo el 16 de octubre del año pasado en la calle Estanislau Figueres de Tarragona. Este lunes la Audiencia de Tarragona tenía que juzgar al acusado, pero finalmente la vista se ha suspendido porque las partes han pedido que se haga un análisis cuidadoso del estado mental del acusado después de que hace unos meses renunciara a su abogado y ahora vuelva a insistir en que le designen otro. El hombre se mantiene en prisión provisional desde el 30 de enero. El juicio se ha pospuesto en diciembre.

Según han explicado a la ACN fuentes conocedoras del caso, al hombre lo despidieron por haber agredido a su mujer, que también trabajaba en la misma empresa. El día de los hechos, hacia las siete y media de la tarde, el ya extrabajador esperó al matrimonio propietario de la compañía "con la intención de acabar con su vida", según el escrito de acusación de la fiscal.

El individuo sacó un hacha con el mango de madera de dentro de una mochila y, después de manifestar "te mataré", se dirigió hacia el hombre y le clavó la hoja del hacha en la cabeza. Las dos víctimas huyeron del agresor, que les perseguía mientras esgrimía el arma.

A pesar de esto, el procesado llegó a agredir la mujer en la cara con el hacha, provocando que cayera al suelo, y fue hacia ella con la intención de acabar con su vida. El marido se pudo interponer para apartarlo y tanto él como el agresor acabaron cayendo al suelo. Finalmente, gracias a la intervención de terceras personas que acudieron a sus gritos de auxilio, se pudieron librar y el agresor huyó del lugar.

Estrés postraumático

Como consecuencia de los hechos, la mujer sufrió una herida en el labio superior y la fractura del radio izquierdo, las cuales tardaron 99 días en curarse, uno de los cuales estuvo hospitalizada y 30 fueron impeditivos para la realización de las ocupaciones habituales. Además, le ha quedado una cicatriz de tres centímetros y secuelas derivadas de un estrés postraumático moderado.

Por su parte, el hombre sufrió dos heridas en la cara y en la frente, varias contusiones y estrés postraumático. El hombre tardó 100 días en curarse de las heridas, de los cuales 10 fueron impeditivos para la realización de sus ocupaciones habituales.

Prisión provisional

Inicialmente el juzgado de instrucción dejó el hombre en libertad con cargos, pero a raíz de un recurso de apelación de la acusación particular, la Audiencia decretó el ingreso provisional a prisión tres meses después. En concreto, está privado de libertad desde el pasado 30 de enero.

Según la fiscalía, los hechos constituyen dos delitos de homicidio en grado de tentativa por cada uno de los cuales pide 8 años de prisión, así como la prohibición de acercarse o comunicarse con las víctimas durante 13 años. En concepto de indemnizaciones por lesiones y secuelas, reclama 15.000 euros para la mujer y 12.000 para el hombre.

Por su parte, la acusación particular considera que los hechos constituyen dos supuestos delitos de asesinato en grado de tentativa por cada uno reclama una pena de 10 años de prisión.

El acusado quiere volver a cambiar de abogado

El acusado renunció hace un tiempo al abogado de oficio que le habían asignado y ahora vuelve a exigir que le designen otro porque considera que este tampoco se ha preparado bastante bien su defensa, segundos han explicado a la ACN fuentes judiciales.

A pesar de que el médico forense ha dictaminado este lunes que el hombre estaba en condiciones de declarar, la fiscalía y la acusación particular han pedido la suspensión de la vista para que al hombre le hagan un análisis detallado de su estado mental. El tribunal ha acordado posponer la sesión hasta el 9 de diciembre.