Ocho meses después de que la Covid se declarara en España, de 825.000 afectados y de un número de fallecidos oficial de más de 32.400 pero que podría superar ya los 50.000, el Gobierno se dispone a evaluar la gestión de la pandemia por parte de las autoridades. No se tratará necesariamente de una auditoría externa, como pide un grupo de científicos españoles desde este verano, ni será con la premura que reclaman porque el Gobierno quiere dejar pasar, por lo menos, el mes de octubre.

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, comunicará este miércoles sus planes oficialmente a los consejeros autonómicos en la reunión semanal del Consejo Interterritorial de Salud. Según figura en un borrador que se trasladó a las comunidades en los últimos días, su intención es empezar a trabajar en una evaluación sobre la gestión de la pandemia en la que Illa quiere implicar también a las comunidades. Sigue así la lógica del PSOE en su propuesta al Congreso y Senado para crear una comisión mixta que estudie el papel del Gobierno, pero también de comunidades y ayuntamientos.

Sánchez desvía responsabilidades a comunidades y ayuntamientos en la comisión sobre la gestión de la pandemia

El proceso de Sanidad está en sus inicios y aún está por decidir "quién y cómo se evalúa". No se descarta una investigación externa e independiente del ministerio, pero es algo que en principio Illa no tiene decidido. 

Precisamente, esta es la petición que escuchó la semana pasada por boca de seis científicos, investigadores y profesores universitarios que llevan desde el verano pidiendo una auditoría a la gestión de la pandemia. Primero se lo reclamaron a los grupos del Congreso y, como no fueron escuchados, en la prestigiosa The Lancet.

Reunión con los científicos

En una reunión a distancia, expusieron a Illa la necesidad de evaluar qué ha ocurrido y hacerlo cuanto antes. El ministro les trasladó que ya tenía en mente examinar la gestión e implicar también a las comunidades, para lo que quería recabar la opinión de los consejeros, algo que hará en la reunión de hoy. Quedaron en mantener un canal de comunicación constante.

A este grupo de científicos no les gusta el término "auditoría", que tiene connotaciones económicas y de "castigo", pero sí creen conveniente evaluar cómo se han hecho las cosas y, a diferencia de los cálculos de Illa, consideran que la evaluación debería empezar ya este mes de octubre porque las conclusiones podrían ayudar a superar la segunda ola.

Pero Illa puso el freno. Les dijo que este mes está siendo complicado y sería mejor dejarlo para más adelante. Los científicos presumen que quizá empiece en noviembre, pero en Sanidad no hablan de fechas por ahora. Lo que tampoco ha decidido Illa es si la evaluación será independiente. Los científicos no solo piden que lo sea, sino que la encabecen expertos españoles que residan y trabajen fuera del país.

A la espera de la evaluación y sus conclusiones, los españoles son ya los ciudadanos que peor valoran la gestión de su gobierno. Lo suspenden con un 44,6 sobre 100, según un estudio de Salud Global de Barcelona en colaboración con la Universidad de Nueva York de Salud Pública entre ciudadanos de 19 países. l