Una brigada 'rosa' defiende la Ley y los derechos de las mujeres en la India

  • Está formada por un centenar de mujeres.
  • Armadas con palos, denuncian las injusticias y la corrupción.
  • Sufren la opresión de una sociedad machista y del sistema indio de castas.
La Brigada Rosa liderada por Pal Devi. REUTERS
La Brigada Rosa liderada por Pal Devi. REUTERS
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La Brigada Rosa liderada por Pal Devi. REUTERS

Las calles de Banda, en el norte de India, tienen un peculiar equipo de lucha contra el crimen: un centenar de mujeres que, uniformadas con saris rosas, combaten con palos la corrupción de los funcionarios públicos y las acciones de los delincuentes, según informa la BBC.

Desde su creación, hace dos años, este grupo de mujeres limpia la ciudad de aquellos hombres que pegan o engañan a sus esposas, de los corruptos funcionarios que se aprovechan de los pobres e, incluso, de los agentes de la ley que discriminan a los parias.

"Nadie acude en tu ayuda aquí. La Administración y la Policía son corruptos y odian a los pobres, así que algunas veces tenemos que defender la Ley con nuestras manos", afirma Pal Devi. "Otras veces, preferimos avergonzar a los maleantes".

Nadie acude en tu ayuda aquí, así que algunas veces tenemos que defender la Ley con nuestras manos

La líder de la Brigada Rosa es una mujer llena de temple, casada desde los 9 años con un vendedor de helados y madre de cinco hijos (el primero de ellos con 13 años), que de niña se rebelaba a sus padres haciendo pintadas en la calle porque no la querían escolarizar.

"Quería trabajar para la gente, no para mí misma. Con el tiempo comencé a hacer reuniones con la gente, dirigía grupos de trabajo formados por mujeres y llegó un momento en el que un grupo de mujeres y yo nos vimos preparadas para hacer esto", explica.

La ciudad de Banda se encuentra en uno de los 200 distritos más poblados y pobres de India, Bundelkhand, donde cerca de un 20% de los habitantes son parias o pertenecen a las castas más bajas al mismo tiempo que la sequía se extiende, acabando con sus otrora fértiles tierras.

En este contexto, las mujeres se llevan la peor parte, dada la discriminación a la que se ven sometida en el sistema de castas de una sociedad feudalista y machista en la que las dotes, la violencia doméstica y las violaciones son algo común.

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