Según informa el ayuntamiento herculino, la policía recibió el aviso de un testigo que afirmaba que en el negocio, que se encontraba con las puertas cerradas, "había mucha gente".

Además, otra persona llamó a la Policía Local para requerir su presencia, pues afirmaba que en el interior del local estaba una amiga suya a la que no dejaban abandonar el negocio.

Desplazados al lugar, los agentes tuvieron que forzar la cerradura para acceder al interior de la sala principal, donde identificaron a todos los presentes.

Según el relato de la policía, varias personas aseguraron que se encontraban retenidas en contra de su voluntad, algo que fue negado por el dueño del establecimiento, de 39 años de edad, que afirmó que se trataba de una fiesta de cumpleaños.

Los agentes formularon denuncias contra el propietario del establecimiento por exceso horario, por impedir la inspección del local y, además, por tener una cámara de grabación apuntando hacia el exterior sin contar con la autorización pertinente.