Pues nada de eso. A la mayoría de los españoles se nos ablanda el corazón al recordar el chiringuito playero o las interminables sesiones de café con churros mientras leemos la prensa. Para los españoles, los mejores momentos de las vacaciones giran en torno a las relaciones personales, ya sea junto al mar o a la barra de un bar, algo que explicaría el aumento del volumen abdominal en muchos de nosotros.

Una reciente encuesta de la consultora Quota Research-Sigma Dos encargada por la asociación Cerveceros de España confirma las sospechas. La mayor parte de los mejores recuerdos vacacionales tienen lugar en escenarios tan comunes como la playa o la piscina (89%), durante las relajadas comidas de verano (88%), en una terraza y compartiendo unas cervezas con los amigos, o durante un tranquilo desayuno en compañía del periódico o un libro (87%).

Ya que la gastronomía parece proporcionar los mejores momentos de relax para los españoles, conviene recordar cuáles son las viandas imprescindibles en la mesa de cualquier apartamento. Según la mencionada investigación de mercado, el menú es bien sencillo y varía poco a la hora de comer o cenar. La ensalada figura a la cabeza del ranking de platos preferidos para sobrellevar la canícula, seguida de la ensaladilla rusa o el gazpacho. Y para mojar estas viandas, una cerveza bien fría es la solución preferida por el 58% de los consultados. El colofón del menú es un helado (52%).

El kit del rodríguez

Pero ¿cómo combaten el tedio el 38% de españoles que se quedaron sin vacaciones? La respuesta es bastante sencilla: de la misma manera. Los rodríguez manifiestan gustos similares a la hora de tomarse un respiro:

- Comer con la familia.

- Leer la prensa o un libro.

- Dormir una siesta reparadora.

- Evadirse a través de la radio o la televisión.

- Una cerveza después del trabajo en una terraza.

Después de hacer balance de los mejores momentos de un descanso que ya ha terminado, llega la época de esperar y hacer planes para las siguientes vacaciones. Sólo quedan unos 36 días para el puente del Pilar.

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La cruz de la moneda

Toda cara tiene su cruz. Y en el caso de las vacaciones, el reverso de la moneda esconde las denuncias que los ciudadanos realizan ante asociaciones de defensa del consumidor, como FACUA. Una de sus responsables, Inmaculada García, destaca como los problemas más frecuentes del verano los retrasos en los vuelos, el temido overbooking, las pérdidas de equipaje o el incumplimiento de las condiciones contratadas con las agencias de viajes. Pero sin duda, en esta campaña, las denuncias más graves vienen de la mano de la intoxicación por salmonelosis provocada por los pollos precocinados que comercializó el Grupo Sada. Aún no hay cifras, pero nadie duda de que acapararán el mayor número de denuncias.

Aquí te pillo cómo vivieron las vacaciones

Sergio Bello. Ingeniero Agrónomo.

«Programo mis libranzas en función de las visitas». Sergio trabaja en Tanzania y pasa sus vacaciones en la playa de Huelva. Lo mejor para él son los baños, la piragua, el pescaíto... y las noches de fiesta. Eso sí, cuando vuelve al tajo tiene que organizarse para librar los días en los que sus conocidos deciden visitarle.

L. Pérez-Lafuente. Periodista.

«Mis vacaciones han sido los fines de semana». La playa, las siestas y las noches con los amigos durante los fines de semana en Galicia han sido las vacaciones de Leticia. El verano en Madrid es más duro, «ya que con el calor no se puede salir a la calle hasta que llega la noche, ni siquiera a tomar el sol», reconoce.

Gregory Watine. Cooperante.

«No me gusta que me traten como a un turista». Para este administrador francés de Médicos Sin Fronteras, lo mejor de las vacaciones es «el sentimiento de libertad y descubrimiento de uno mismo». En sus viajes busca la naturaleza y evita los destinos masivos. No soporta que lo agobien tratándolo como a un turista.

Carmen Olivares. Ingeniera Agrónomo.

«El tinto de verano, siempre con limón». Aunque disfruta lo mismo en vacaciones que en el trabajo, Carmen no perdona las visitas a la playa con su hija y su nieta. En el chiringuito no pueden faltar el pescado frito y el famoso tinto de verano; eso sí, «con vino y refresco de limón, porque con gaseosa no es lo mismo».

Eduardo Ibor. Empleado de banca.

«Ya estamos pensando en el puente del Pilar». Después de 15 días en la playa y una semana en los Pirineos, y aunque aún apuran las vacaciones en Madrid, Eduardo y su familia ya preparan el próximo puente del Pilar. Antes de volver a casa ya organizan una visita «para ayudar a mi suegro con la vendimia».