La Unión Europea (UE) exigió este jueves que se respeten los compromisos de suministro y tránsito de gas ruso a los países comunitarios y que no se vean afectados por el nuevo conflicto comercial entre Rusia y Ucrania.

La UE ha reconocido así su preocupación por esta nueva disputa, que ha llevado a Rusia a suspender desde hoy completamente el suministro de gas a Ucrania, después de que ese país amenazara con confiscar el carburante ruso que transita por su territorio con destino a Europa.

En consecuencia, los Veintisiete han advertido de que vigilarán de cerca la evolución del tránsito del gas por sus fronteras, según una declaración conjunta de la presidencia checa comunitaria y de la Comisión Europea.

No obstante, el tránsito de gas desde la frontera entre Rusia y Ucrania hasta la que separa Ucrania de la UE tarda 36 horas, por lo que hasta este viernes no se sabrá si el suministro del combustible a suelo comunitario ha sido afectado, explicaron a Efe fuentes comunitarias.

La presidencia de turno de la UE y la Comisión lamentaron que las negociaciones entre el consorcio ruso Gazprom y la empresa estatal ucraniana Naftogaz no hayan fructificado y urgieron a ambas partes a continuar el diálogo para alcanzar un rápido acuerdo que no afecte a los envíos a los países comunitarios.

En este sentido, la primera ministra ucraniana, Julia Timoshenko, aseguró al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, que el conflicto no supondrá una interrupción del suministro hacia la UE.

Guerra del gas

A comienzos de 2006 un conflicto similar sobre los precios del gas ruso supuso un corte temporal del suministro a Ucrania, que a su vez supuso una reducción de los envíos a la Unión Europea en medio de una fuerte ola de frío. Entonces, Rusia acusó a Ucrania de apropiarse ilegalmente de esos suministros mientras que Kiev acusó a Moscú de cortar también el envío de gas natural a sus clientes europeos.

Aproximadamente el 80% del gas natural que Gazprom vende a Europa transita a través del territorio ucraniano y el resto se transporta por Bielorrusia.