Los líderes políticos de los cinco partidos que forman el Gobierno -los democristianos CD&V y CdH, los liberales Open VLD y MR, y los socialistas francófonos (PS)- han llegado a un acuerdo de gobierno tras la crisis que desató la dimisión en pleno del Gobierno el pasado día 19 por el escándalo Fortis.

El nuevo primer ministro, el democristiano flamenco Herman Van Rompuy, acudirá al Palacio de Laeken a jurar su cargo ante el rey, que le encargó formar Gobierno la pasada semana.

Van Rompuy sustituirá a su compañero de partido, Yves Leterme, que dimitió la pasada semana por tercera vez (antes lo hizo en diciembre de 2007 y en julio de este año) tras demostrarse que su Ejecutivo presionó a una corte judicial por una sentencia que les era desfavorable en la frustrada venta de Fortis.

Una situación delicada

También se confirma la hipótesis que apuntaba al diputado Guido De Padt (Open VLD) como nuevo ministro del Interior en sustitución de Patrick Dewael (Open VLD) que pasará a ser el nuevo presidente de la Cámara de los Diputados (cargo que abandona Van Rompuy).

Falta aún por saber a quién escogerá el CD&V para sustituir al ministro de Justicia saliente, Jo Vandeurzen, aunque el nombre que más suena para este puesto es el del senador Tony Van Parys, que ya ocupó el cargo entre 1995-1999.

La situación política de Bélgica es muy delicada después del costoso pacto de gobierno a cinco bandas en el que se propuso la elección de Leterme y las contínuas luchas entre valones y flamencos sobre la integridad territorial, hasta el extremo de debatir si el futuro del país pasa por repartir su territorio entre Francia y Holanda.