Los presidentes de comunidades autónomas no han tardado en opinar sobre el nuevo modelo de financiación, presentado por el ministro de Economía, Pedro Solbes. Su propuesta incluye un fondo de convergencia para las regiones con menos renta, reconoce la población y a las comunidades que más dinero aportan y cede a las autonomías más parte de la recaudación de impuestos para que dependan más de ellas mismas.

Pese al aumento del reparto de dinero, Cataluña sigue estando insatisfecha. El conseller catalán de Economía, Antoni Castells, aprecia un "avance" en la propuesta del Gobierno, aunque considera que no está garantizado que se cumpla el Estatuto catalán en asuntos clave. Castellas ha tachado el modelo de "ambiguo", porque no aporta "ni cifras, ni cuantías, ni porcentajes". El presidente de Esquerra Republicana, Joan Puigecercós, se expresó en el mismo sentido: "Es un avance pequeño, muy pequeño", dijo.

El presidente de la Región de Murcia, Ramón Luis Valcárcel (PP), criticó las formas más que el contenido de la propuesta, al denunciar las reuniones bilaterales entre Zapatero y las autonomías, en lugar de una reunión conjunta con todos "por vez primera en la historia de la democracia". "Nunca nadie llevó a cabo un sistema de financiación sin haber reunido a todos", añadió.

Por su parte, la vicepresidenta de Extremadura, Dolores Pallero (PSOE), consideró "irrenunciable" que el nuevo modelo de financiación recoja los principios de suficiencia y de solidaridad, y que se "tenga claro" que "el esfuerzo fiscal es el mismo en todos los territorios de España".

Criterios para el reparto

El Gobierno de Aragón (PSOE) también valoró "positivamente" la propuesta del Gobierno central porque "garantiza que la prestación de los servicios fundamentales no presente diferencias para los ciudadanos en función del territorio en el que residan". Además, se "revisan los criterios de ajuste de la población, otorgando mayor ponderación a factores importantes para Aragón como la dispersión, la superficie o el envejecimiento".