'Cláusulas Covid' en los pisos de estudiantes: "Ahora son muy rigurosos con no traer amigos"

Alejandra Carrasco, estudiante de tercer curso de Derecho en la UCM en su piso de alquiler.
Alejandra Carrasco, estudiante de tercer curso de Derecho en la UCM en su piso de alquiler.
Jorge Paris
Alejandra Carrasco, estudiante de tercer curso de Derecho en la UCM en su piso de alquiler.

Septiembre es el mes en el que se vuelve a escuchar por las calles el repiqueteo de las ruedas de la maleta de algún estudiante, que busca perdido el número de la puerta de la que será su próxima casa. Septiembre es el mes en el que llegan a las grandes ciudades miles y miles de jóvenes de otras provincias para iniciar un nuevo o primer curso en la ciudad que terminará por acogerles.

Pero este mes, o más bien año, está siendo distinto a los anteriores. Como a todo, la pandemia ha alterado lo que solía ser habitual. La incertidumbre de la situación epidemiológica en España – y en el mundo – ha hecho mella en algunas familias, donde algunos jóvenes prefieren retrasar su vuelta a la ciudad que acoge a los estudiantes y esperar a que la situación se estabilice; otros, sin embargo, prefieren continuar o volver, en lo posible, a una normalidad que trate de parecerse a la anterior a la crisis sanitaria.

La Comunidad de Madrid, Castilla y León o Navarra van a ser las comunidades que más noten la ausencia de algunos estudiantes, pues en sus territorios, según la última Estadística de Estudiantes Universitarios (EEU), más de un 30% de los estudiantes proceden de una comunidad distinta y, por ende, el mercado del alquiler de pisos a estudiantes es realmente importante. De hecho, se estima que, en la capital, en torno al 6% de las viviendas en alquiler están arrendadas por estudiantes.

La situación actual está afectando de manera importante al mercado del alquiler dirigido a estudiantes. En marzo y abril, muchos jóvenes abandonaron sus habitaciones para volver a casa con sus familias y no tener que permanecer confinados en un piso del que podrían prescindir. Esto creó un precedente que ha hecho que muchos propietarios decidan añadir a los contratos de arrendamiento una nueva condición, la 'cláusula Covid', que contemple posibles escenarios causados por la pandemia de coronavirus y establezca soluciones a situaciones de confinamiento o estado de alarma (pago de una renta inferior en ciertos meses, rescisión del contrato sin penalización, etc.).

"La demanda de alojamiento por parte de estudiantes extranjeros ha caído en Madrid más de un 75%"

"La demanda de alojamiento por parte de estudiantes extranjeros ha caído en Madrid más de un 75%. Pero, en cambio, ha subido la demanda por parte de estudiantes nacionales", explica a 20minutos Jesús María Gurrea, director comercial de Aluni.Net, una empresa dedicada a gestionar el alojamiento de estudiantes y jóvenes en toda España. Lo que ha sucedido, según cuenta, es que muchos españoles que se habrían ido a estudiar al extranjero han tenido que quedarse por la pandemia, compensando en cierta parte la ausencia de los alumnos extranjeros. "De hecho, en Aluni.Net la ocupación solo ha caído un 30% porque este año tenemos más españoles que nunca", añade.

Laura Cobos tiene 23 años y es una estudiante de Filología Hispánica que está cursando las prácticas como docente en Madrid. "Cuando anunciaron el cierre de las universidades volví a mi casa, pensando que solo iba a ser cuestión de quince días. El estado de alarma ya me pilló allí, entonces no pude volver a mi piso de Madrid hasta que permitieron la movilidad entre comunidades. Nunca pensé que iba a alargarse tanto. De hecho, me llevé una maleta con poca ropa y toda de invierno", relata la joven a 20minutos.

Lo mismo le pasó a Alejandra Carrasco, una estudiante de tercer curso de Derecho en la UCM que volvió a casa en cuanto se agravó toda la situación. "Me volví a mi casa pensando que sería únicamente ese tiempo o como mucho un mes, y por ende continué pagando la mensualidad de un piso al que no podía acceder a recoger mis pertenencias, ya que no hubo ningún permiso para que los estudiantes volviésemos a recoger nuestras cosas", cuenta. 

La estudiante Alejandra Carrrasco: "Volví a mi casa pensando que sería únicamente ese tiempo o como mucho un mes"
La estudiante Alejandra Carrrasco: "Volví a mi casa pensando que sería únicamente ese tiempo o como mucho un mes"
Jorge Paris

Y es que en el mes de marzo "cundió el pánico", asegura Gurrea, explicando que se fueron "más o menos" un tercio de los 1.300 estudiantes alojados en Madrid con los que contaban antes del confinamiento. "De los estudiantes que se fueron, muchos, especialmente extranjeros, no volvieron, pero se dejaron la mayoría de sus cosas en el piso. Lo más difícil fue el tener que ir habitación por habitación, haciendo las maletas y empaquetando las pertenencias de estos estudiantes para enviárselas por correo", cuenta.

Nuevas cláusulas

"Con el fin de animar a que los inquilinos se decidan a alquilar, muchas empresas han hecho sus propias políticas de cancelación específicas durante la pandemia", explica Gurrea. Se trata fundamentalmente de un medio de protección y previsión ante supuestos casos derivados de la situación epidemiológica. 

A Alejandra Carrasco, por ejemplo, le han añadido, en la política de cancelación, "una cláusula mediante la cual, si suspenden el programa de estudios antes de alojarnos, se nos devuelve todo; y, si ya estuviéramos alojados, solo tendríamos que compensar al propietario con una mensualidad, no tendríamos que pagar toda la estancia", cuenta la joven, añadiendo que también les han aconsejado que sigan las recomendaciones de seguridad del Gobierno, y que "son muy rigurosos con las medidas de higiene y con no llevar amigos al piso".

A pesar de que se está abogando por la presencialidad en el ámbito educativo, existe la posibilidad de que, si se agrava la situación epidemiológica, las universidades decidan dar las clases de forma telemática. "Pero incluso en esta situación, creemos que la mayoría de los estudiantes continuarán en los pisos alquilados",  asevera el director comercial de Aluni.Net. Gurrea considera que la ilusión de vivir la vida universitaria y la experiencia de compartir piso con sus compañeros pesa más; sobre todo teniendo en cuenta el recuerdo reciente que tienen del confinamiento con su familia. "Y, porque aun siendo grave la pandemia, no está cundiendo el pánico que generó la primera oleada", añade.

Además, afirma que se han encontrado con muchas familias que incluso "prefieren que durante estos meses comparta alojamiento con otros estudiantes que, por edad, tienen menos riesgo que sus padres o abuelos".

Otras prioridades

Según el análisis de los expertos del Instituto de Valoraciones, la búsqueda de viviendas también se ha visto influenciada por la situación. Las prioridades han cambiado, y ahora la mayoría de estudiantes se decantan por pisos que no tengan más de tres habitaciones, en los que se les garantice un espacio individual y con menos compañeros con los que compartir los espacios comunes y, por lo tanto, con los que mantener el contacto físico.

Así lo han notado también en Aluni.net, donde la mayoría de los estudiantes demandan pisos con estas características, e incluso que tengan terraza o balcón. "También desean pisos que estén cercanos al campus, para poder ir caminando", explica Gurrea.

Además, muchos alumnos que antes de la crisis sanitaria vivía en colegios mayores han decidido trasladarse a pisos por no tener que compartir espacios con tanta gente. "Este año han venido a Aluni.net bastantes grupos de estudiantes que antes iban a colegios mayores", cuenta Gurrea, afirmando que "venían en pequeños grupos de amigos: tres, cuatro, cinco… y llenaban ellos un pisos entero".

"Los que alquilaban a familias ahora tienen miedo de que se queden en paro y no puedan pagarles"

Los cambios se han observado también por parte de algunos propietarios de pisos turísticos, que han decidido ofrecerlos a los estudiantes ante el importante parón que ha experimentado el turismo. Además, "los que antes alquilaban a familias, ahora tienen miedo de que se queden en paro y no puedan pagarles. En cambio, saben que el estudiante es un inquilino que sólo se traslada a un piso si puede pagarlo", afirma Jesús María Gurrea.

Más oferta y bajada de precios

Otra de las razones por las que los propietarios han empezado a ver a los estudiantes como nuevos posibles inquilinos, es la incertidumbre que predomina en torno a la economía. "Toman decisiones fácilmente reversibles a corto y medio plazo, y el alquiler a estudiantes solo te compromete, como mucho, por un curso académico", añade.

Carme Rey, una joven de 23 años, notó esa nueva tendencia a la hora de buscar piso en Madrid para el nuevo curso. Según explica la estudiante procedente de Santiago a 20minutos, había alojamientos turísticos que habían pasado a ser alquileres de larga estancia, "pero con precios promocionales de contratos hasta diciembre o enero".

La estudiante, Carme Rey, con su pareja en el piso de alquiler.
La estudiante, Carme Rey, con su pareja en el piso de alquiler.
Carme Rey

Actualmente, el precio de una habitación compartida ha bajado más de un 6% respecto al año pasado, según el último estudio realizado por pisos.com, pero “la fluctuación de precios en el alquiler a estudiantes es mucho más dinámica y acusada que en el alquiler convencional”, asevera Gurrea. 

De hecho, en su empresa han notado cómo muchos propietarios han llegado a bajar los precios hasta un 33% por la falta de demanda. "Pero en cuanto pase la pandemia, los estudiantes no solo volverán a venir, sino que vendrán más que antes de la pandemia, y esto por tres razones: primera, porque muchos de los que no han podido venir este año, se juntarán con los del año siguiente. Segunda, porque en tiempo de crisis, los estudiantes aumentan sus estudios. Y tercero, porque muchos propietarios preferirán alquilar a estudiantes", concluye.

Jesús María Gurrea, director comercial de Aluni.net.
Jesús María Gurrea, director comercial de Aluni.net.
Jorge Paris
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