El arrestado, que contaba con numerosos antecedentes delictivos, le constaba una requisitoria por el Juzgado de lo Penal número 2, que ordenaba su búsqueda, detención e ingreso en prisión para el cumplimiento de la condena.

El momento de la detención tuvo lugar cuando fue reconocido en la vía pública por agentes de la Brigada de Seguridad Ciudadana que tenían conocimiento de la requisitoria.

Al darse cuenta de que había sido reconocido, el reclamado inició la huida a la carrera, siendo finalmente interceptado por los policías.

En el cacheo de seguridad, los agentes hallaron en los bolsillos de su pantalón tres bolsas con heroína, cocaína y hachís.

Además, en el interior de su riñonera se localizaron 600 euros en billetes y una balanza de precisión, con los que se le imputó un delito contra la salud pública.