Ayuso rechaza cerrar Madrid e Illa dice que actuará "en consecuencia"

  • Los gobiernos de España y la Comunidad vuelven al diálogo tras 48 horas de cruce de reproches.
La primera reunión entre los gobiernos de España y Madrid fue el lunes pasado. Este domingo, Ignacio Aguado llamó a sus interlocutores en el grupo de cooperación para volver al entendimiento.
La primera reunión entre los gobiernos de España y Madrid fue el lunes pasado. Este domingo, Ignacio Aguado llamó a sus interlocutores en el grupo de cooperación para volver al entendimiento.
Comunidad de Madrid
La primera reunión entre los gobiernos de España y Madrid fue el lunes pasado. Este domingo, Ignacio Aguado llamó a sus interlocutores en el grupo de cooperación para volver al entendimiento.

La Comunidad de Madrid y el Gobierno de España vuelven este lunes a sentarse en el espacio de cooperación que crearon hace una semana tras más de 48 horas de cruce de reproches sobre cómo atajar los contagios de coronavirus en la región.

Ambas administraciones empezarán a dialogar desde posiciones muy alejadas: mientras el ministro de Sanidad, Salvador Illa, insiste en medidas más duras y dice que actuará "en consecuencia" si no se les escucha; Madrid pide que el Gobierno se limite a ayudar en la estrategia que sus técnicos definen, que pasa por evitar el confinamiento total con restricciones en las zonas con más infecciones.

Está por ver cómo se conjugan estas distantes pretensiones, porque como telón de fondo está la intervención de la Comunidad por parte del Ejecutivo central. Esta es una posibilidad límite que comenzó a barajarse el viernes, cuando fue notorio el desencuentro tan solo 4 días después de que Sánchez y Díaz Ayuso escenificaran una tregua política.

Fue una comparecencia del ministro de Sanidad la que evidenció la falta de entendimiento. Illa hizo coincidir su intervención con una programada por Madrid para anunciar la ampliación de las restricciones en ocho barrios. El ministro aseguró que estas medidas eran insuficientes y exigió por primera vez más contundencia. El ministro recomendó limitar la movilidad en toda la capital y en los municipios con una incidencia superior a los 500 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días.

Su aparición no sentó nada bien al Gobierno regional, que defendió su planteamiento de confinar por áreas básicas de salud. Que Madrid insistiera en su estrategia provocó que Sánchez empezara a plantearse intervenir la región. Se llegó a pensar en declarar el estado de alarma o aplicar el artículo 155 de la Constitución, pero al final cobró fuerza una opción considerada menos invasiva de las competencias autonómicas.

La herramienta por la que se habría decantado el Ejecutivo sería el real decreto que reguló la ‘nueva normalidad’. Este contiene un artículo que permite al Ministerio de Sanidad actuar en una comunidad en materia de salud pública (una política transferida) por razones de "urgente necesidad".

En cualquier caso, estos planes de intervención estarían en standby a la espera de que Madrid "rectifique", como dijo este domingo por la noche Illa en una entrevista en la que evitó dar pistas y plazos de una hipotética intervención del Gobierno y avisó de que la situación de otras autonomías podían ir a peor. Ya el sábado fuentes del Gobierno aseguraron a 20minutos que no se estaba ultimando un plan para hacerse con la gestión a la espera de que Madrid observase sus recomendaciones.

Este domingo, Díaz Ayuso volvió a descartar un cierre de la región –"aún estamos viviendo las consecuencias del primer confinamiento: nos estamos arruinando", aseveró en una entrevista casi al tiempo que Illa daba otra en La Sexta– y achacó lo que considera un cambio de criterio del Gobierno respecto a Madrid a una "motivación política". También destacó que las negociaciones de su gabinete habían logrado parar una huelga de médicos de Atención Primaria prevista para este lunes.

A pesar de no contemplar un confinamiento total, la presidenta sí que estaría dispuesta a limitar la movilidad en las zonas con más de 500 contagios, como también exige Illa, siempre que la medida se aplicase en otros municipios de España en esta situación y que el Gobierno hiciera pruebas PCR en Barajas y en estaciones de tren.

En la petición de tomar medidas más allá de Madrid, la presidenta no está sola. Emiliano García Page no se opone a que el Ejecutivo central tome "decisiones incómodas" que afecten a Castilla-La Mancha, mientras que Alfonso Fernández Mañueco (Castilla y León) y Juanma Moreno (Andalucía) exigieron una reunión de la Interterritorial de Salud para fijar "criterios objetivos de actuación".

El desencuentro en torno a Madrid se cobró su primera víctima el sábado, cuando dimitió Emilio Bouza, el microbiólogo que había sido designado como portavoz del grupo de cooperación. Se echó a un lado dos días después de ser nombrado por la falta de "concordia" que vio. Esta baja obligó a Sol y Moncloa a volver al entendimiento. El vicepresidente madrileño, Ignacio Aguado, telefoneó este domingo a los ministros Illa y Darias, y les dijo que urgía "un alto el fuego político".

Mostrar comentarios

Códigos Descuento