En una rueda de prensa pocas horas antes de dar comienzo a su pregón, el escritor ha confesado que, al principio, no sabía cómo enfocarlo: "Inicialmente pensé en hablar sobre lo que estábamos viviendo, pero luego creí que lo mejor era darle un giro para recordar mi papel de narrador con el deseo de aportar al que escucha muchas cosas; tales como belleza, consuelo, verdad y emoción".
Garzo ha hecho un breve recorrido por las palabras de esta noche y ha desvelado el primer libro de su vida fue la Biblia, para luego hablar de los que más han marcado su existencia. Además, ha confesado que la poesía siempre le ha fascinado: "Mis primeros pasos por la literatura los di en la poesía. Quizá el llamarme Gustavo Adolfo condicionó mi vida".
"Los libros y el arte en su conjunto son la vía más directa para comprender y adentrarse en el territorio humano", ha recordado. En este sentido, ha remarcado que la literatura habla de renunciar al poder, de no querer ser poderoso: "La función del arte no es lo que nos dicen que es. El mundo del arte va muy vinculado al mundo de las preguntas, al no saber, al desconocimiento al anhelo de esperar cosas y ahí aparece el aspecto de la fragilidad".
Sobre la actualidad ha subrayado que el arte ha sido clave para enfrentar la soledad y el encierro "aportando ese campo de libertad" y en referencia a la crisis sanitaria, ha asegurado que con la mascarilla las personas se enfrentan a la pérdida del rostro "que es la pérdida de la humanidad, porque el rostro es lo que define a los seres humanos".
"La imagen de esa gente sin rostro me habla de una comunidad rota. Todo esto nos obligará a preguntarnos si de verdad queremos seguir viviendo como antes de que todo esto pasara, cuando no hemos cuidado lo público y no sabemos dónde va el dinero de nuestros impuestos. Qué pasa con este mundo, donde realmente lo que prima es el valor del dinero", ha reflexionado Martín Garzo.
Además, ha apuntado a la individualidad de cada persona como otro de los grandes males de este momento: "A lo sumo vivimos cada uno en su pequeño mundo y no queremos saber nada de lo que sucede más allá de nuestra casa y de nuestro barrio", ha lamentado.
Por este motivo ha subrayado la importancia del arte, porque va unido a una mirada crítica que obliga a hacerse preguntas. Prueba de ello es que "el arte en el confinamiento ha ayudado a mantener viva la imaginación".
El centenario de Miguel Delibes también será otro de los temas que abordará durante su pregón, que terminará con un pequeño cuento "para que la gente se vaya con un buen sabor de boca".
El pregón, que llevará por título 'Elogio de la fragilidad', tendrá lugar esta tarde a las 20.00 horas en el Círculo de Recreo. Al finalizar, la pianista Irene Alfageme dará un recital.
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