El actor estadounidense Viggo Mortensen recibió ayer el Premio Donostia del Festival de San Sebastián. Además, la ocasión sirvió para presentar su debut como director de la película Falling.

Falling, basada en hechos y experiencias reales, narra la historia de John Petersen (Viggo Mortensen), su novio Eric (Terry Chen) y la hija adoptiva de ambos.

Cuando el padre de Petersen, Willis, (Lance Herriksen), un granjero tradicional y conservador de 80 años, decide mudarse con ellos dos mundos muy distintos se enfrentan. Además, Willis da señales de estar perdiendo la cordura y saca a relucir heridas del pasado.

Con este largometraje, inspirado también en la pandemia, el confinamiento y el cuidado a los mayores, el tres veces ganador del Oscar, pretende concienciar a la sociedad de la necesidad de vivir el presente.

El actor, que alcanzó la fama mundial al encarnar a Aragorn en El señor de los anillos, ha subrayado que siempre ha tenido un gran interés por el trabajo colectivo que conlleva el cine. En Falling, Mortensen, se ha encargado de encarnar a uno de los personajes protagonistas, crear la banda sonora y producir el largometraje.

Falling se estrenará en la gran pantalla el próximo 2 de octubre.

Preguntado por la pandemia y la situación que se está viviendo en España, el polifacético artista, que reside en Madrid desde hace varios años, ha subrayado que "la sanidad pública no se puede manejar como un negocio" y espera que la mayoría de los ciudadanos hayan aprendido esa lección tras lo sucedido.

Mortensen comenta, además, que el confinamiento le sirvió para recuperar el contacto con muchos amigos y familiares con los que no hablaba desde hacía tiempo. Además, da gracias por haber tenido techo, comida y salud durante este duro periodo.

"También escribí un guion nuevo (...) y ahora he empezado otro que creo que es el que voy a hacer como segunda película, si hay suerte", adelanta Mortensen sin dar demasiados detalles puesto que "da mala suerte". Lo único que ha desvelado es que será algo que rodará en Europa.