Cómo podar los rosales, paso a paso

Imagen de una rosa.
Imagen de una rosa.
Wikipedia / Georges Seguin
Imagen de una rosa.

Las rosas son una de las flores más vendidas por los floristas, ya que están presentes en regalos y es común que formen parte de la decoración en eventos u ocasiones especiales. Así, para los amantes de las plantas, las flores y la jardinería, los rosales se convierten en una de las plantas preferidas.

Sin embargo, este tipo de planta, perteneciente a la familia de las rosáceas, necesita una serie de cuidados y atenciones para que llegue a dar sus flores. Uno de estos cuidados tiene que ver con la poda, un trabajo que ayudará a la planta a crecer fuerte y sana. 

Durante el primer año tras plantar el rosal es mejor no podarlo, ya que este todavía no ha formado completamente sus raíces. Después, la época perfecta para podar los rosales es durante el mes de marzo, cuando acaban los meses de mayor frío, aunque es conveniente hacer otra poda en noviembre para eliminar las ramas y flores marchitas. También, al final del verano es recomendable podar la planta para prepararla para el invierno. 

¿Cómo se podan los rosales?

En primer lugar, las herramientas a utilizar son un punto importante a tener en cuenta. La tijera bypass son las adecuadas para las ramas finas, la clásica tijera de jardín. Después, la tijera yunque se usa para las ramas más gruesas, según Verdecora

A la hora de empezar a podar, hay que tener en cuenta el tipo de rosal que sea. Para hacer bien el corte, la yema, es decir, el origen de un brote sobre la rama, es el punto de referencia para cortar. Cuanto más corto esté cortado el rosal, mejor. Lo habitual es hacer un corte largo sobre los rosales muy vigorosos, cortando por encima de la quinta a la séptima yema desde la base, como explican desde Leroy Merlín

Para hacer el corte, hay que tener en cuenta también que se hace cinco o seis milímetros por encima de una yema orientada hacia fuera de la planta, cortando al bies, creando una inclinación opuesta a la yema.

En cuanto a los rosales trepadores, hay que podar la estructura. Por un lado están las ramas estructurales y, de ellas, crecen las ramas laterales. Hay que recortar todas las ramas estructurales un cuarto de su altura. Después, hay que eliminar una parte de las ramas antiguas y dejar solo de tres a cinco, despejando en lo posible el centro del arbusto.

Para las ramas laterales, hay que cortar justo por encima de la tercera yema, a partir de la unión con la rama estructural. Si es un rosal muy vigoroso, el corte hay que hacerlo sobre la quinta o sexta yema.

En cuanto a los rosales trepadores no remontantes, hay que eliminar las ramas estructurales que ya no den más ramas laterales y conservar solamente 6 o 7 ramas estructurales.

Por último, en los rosales arbusto hay que reducir las ramas en invierno, entre 60 y 80 cm del suelo. Así, habrá que quitar algunas ramas principales más viejas en beneficio de las nuevas.

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