Luis Barriga, director del Imserso: "El objetivo es que el dinero de los viajes siga destinado a los mayores"

El director general del Imserso, Luis Barriga, frente a la sede.
El director general del Imserso, Luis Barriga, frente a la sede.
Jorge Paris
El director general del Imserso, Luis Barriga, frente a la sede.
El director general del Imserso, Luis Barriga, frente a la sede.
Jorge París

Luis Barriga (Torrelavega, 1966) llevaba apenas unas semanas en el cargo de director general del Imserso cuando se vio sorprendido por la irrupción de la pandemia y tuvo que gestionar la vuelta de miles de pensionistas que disfrutaban de uno de los viajes del instituto. Hace unos días, el Gobierno confirmó que esos viajes se cancelan para esta temporada, y aunque Barriga no da fechas para su reanudación, sí explica que tendrá que ser muy progresiva.

Ustedes han sido muy críticos con el recorte en servicios sociales que hicieron anteriores gobiernos. Medio año después de que se declarase el estado de alarma por la pandemia, ¿qué conclusión saca al respecto?

Evidentemente, los recortes dejaron peor preparado el sistema para esta pandemia. Todavía es pronto para sacar todas las conclusiones, pero ya hay evidencias. Una es los gravísimos problemas lo tiene el personal de cuidados en España, que durante la pandemia ha sido una barbaridad lo que ha aguantado, está muy mal pagado, tiene una muy baja calidad en el empleo y se le ha pedido tanta heroicidad o más que al personal sanitario. Se ha visto que han afectado los recortes, por ejemplo, cuando se producían bajas entre ese personal de centros residenciales y se acudía a contratar a otras personas, porque no existía ese personal. Y no existía porque es uno de los trabajos más penosos que se pueden tener.

Ante esta segunda ola de infecciones, ¿están las residencias de mayores mejor preparadas para evitar contagios?

La primera oleada aportó conocimiento, experiencia, tanto a los centros residenciales como a los gestores. Ahora mismo hay una gran diferencia con la primera ola, que es que la letalidad ha disminuido de manera drástica y las edades de las personas infectadas son más bajas. Las residencias ahora mismo tienen unas medidas de seguridad y control de acceso importantes. Hay limitación de visitas, protocolos internos de sectorización en caso de brotes… Las autoridades sanitarias, sobre todo las autonómicas, son ahora mucho más conscientes de que hay que proteger a las personas que hay en esos centros. Ahora hay muchísima más seguridad viviendo en una residencia que la que hubo en la primera ola. Eso no quiere decir que haya que bajar la guardia.

¿Por qué ha sido necesario suspender los viajes del Imserso?

En esos viajes se desplaza a grandes grupos de personas. Una campaña completa del Imserso supone 900.000 viajes y 8,5 millones de pernoctaciones. Esa gente se desplaza por todo el territorio nacional, en grupos de no convivientes, e incluso hay modalidades en las que se comparte habitación con alguien que no es conviviente. Y hay otro factor crítico: que los beneficiarios son personas mayores, que incluso estando sanos no responden de la misma manera contra el virus. Colocar a las personas más vulnerables ante la Covid a viajar en grupo por toda España… la decisión no requiere mucha explicación.

Pero la cancelación es hasta la temporada que viene. ¿No hubiera sido mejor ir evaluando la situación con el paso de los meses? 

La campaña del Imserso tendría que estar iniciándose ahora. Para poder hacer reservas hace falta oferta, y ahora mismo ¿cuál es la oferta? Pero además es que esto se gestiona con dos operadoras que centralizan todos los lotes de los viajes, y ¿cómo mantienes vivo un contrato con unas condiciones para un viaje que ni se ajustan ni se van a ajustar a la nueva situación? Posiblemente, cuando se reanuden los viajes habrá que hacerlo de forma progresiva, para ir vigilando y ver que se garantiza la seguridad de las personas. Lo lógico era parar, porque el objeto de los contratos firmados no era realizable.

¿Entonces no habrá viajes hasta el próximo otoño?

Eso sería así si estuviéramos en condiciones normales y la temporada turística fuera como las habituales. Pero no sabemos cuándo va a ser la temporada baja. Quizá el objetivo de los viajes del Imserso la próxima temporada, no vamos a ponerle fecha, sea no cubrir la temporada baja habitual, sino reactivar el sector turístico, y quizá eso se tenga que producir en abril, o en junio.

¿Servirá entonces el Imserso como palanca para reactivar el turismo?

Esa es mucha responsabilidad para el Imserso, hay una Secretaría de Estado de Turismo que tendrá que articular sus estrategias. Todos lamentamos que se haya tenido que tomar esta decisión, pero que no se nos atribuya a nosotros el mazazo al sector turístico, porque el mazazo se lo ha dado la Covid.

Pero lo cierto es que la decisión va a afectar al sector.

Los viajes del Imserso no crean empleo, lo que hacían era mantener empleo en zonas con turismo estacional en la temporada baja. El Consejo de Ministros ha tenido que balancear pros y contras, y era evidente que la protección de las personas y la salud, y las complejidades para el posible seguimiento de contactos y contagios, pesaban más. Era evidente que no era realizable la actividad, lo cual no quiere decir que se suspenda sine die y para siempre. Por supuesto que el Gobierno es consciente del impacto en el sector turístico, pero ha habido mucha prudencia, esta decisión se podía haber adoptado antes y no se quiso lanzar ese tipo de mensaje para no impactar en los meses de julio y agosto.

¿Tienen un cálculo de a cuántas personas puede afectar?

Hay un impacto en empleo importante, se calcula que hay unos 12.000 empleos directos que se pueden ver afectados, pero de forma indirecta en algunas temporadas bajas estos viajes mantenían hasta otros 80.000 empleos.

Hablamos entonces de 92.000 empleos que, de forma directa o indirecta, se van a ver afectados por la cancelación.

Solo si estuviéramos en condiciones normales. Pero es que, con el escenario actual, esa gente ahora mismo está en ERTE, no es que estén trabajando y se les vaya a despedir por la falta de viajes del Imserso. Seguirán en ERTE.

¿Por qué los viajes a balnearios sí que se plantean reanudarlos en primavera?

El termalismo tiene unas características peculiares, diferentes. Cuando hablamos de termalismo hablamos de tratamientos, y el papel del Imserso es diferente, porque no se plantean como viajes, sino como una prestación complementaria de Seguridad Social para financiar tratamientos termales. Además, los viajes los realiza cada uno por su cuenta, no de forma masiva u organizada. Y no es estacional, la temporada es continua.

¿Se va a reinvertir el dinero de los viajes en otras actividades?

Lo primero que habrá que hacer será ventilar con las adjudicatarias las resoluciones de los contratos y las indemnizaciones a las que pudieran dar lugar.

¿Y más allá de eso?

No hay una decisión tomada al respecto, pero la voluntad de la Secretaría de Estado de Derechos Sociales es que lo que está destinado a mayores debería seguir destinado a mayores. Y ahora son muchas las necesidades que tiene ese sector.

¿Alguna concreta que se esté valorando?

Hay muchos planes de choque que requieren atención financiera. Se tendrá que ver los que son más perentorios. Entendemos que el impacto en los mayores de la Covid es brutal, y una de las posibilidades es invertir en el sector de las residencias para reforzar capacidades de contratación de personal, de testeo… Pero solo es una posibilidad.

¿Y se plantean ofrecer alguna alternativa de ocio para los usuarios que sustituya a los viajes?

Es otra posibilidad a valorar. Desde ahora, que nos vamos a poner a ver las nuevas condiciones para el turismo social, nos vamos a sentar con los representantes de la gente mayor y ahí recibiremos las propuestas relacionadas con el envejecimiento activo, que es donde tenían destino estos fondos.

Ante la segunda ola de la pandemia, ¿se ha reforzado la atención a domicilio para los dependientes?

Este ha sido uno de los desafíos más grandes que han tenido las corporaciones locales. Los servicios de proximidad son fundamentales, y hay que invertir en ellos más. La tragedia ha estado en las residencias, pero la estrategia a futuro debe ser que, cuanto más tiempo podamos permanecer en nuestros hogares, mejor. Para eso tiene que haber servicios de proximidad, centros de día o ayuda a domicilio, que se tienen que redimensionar. Estas políticas se han contemplado siempre como políticas de gasto, cuando son políticas de inversión. Los retornos que se pueden obtener del sistema de cuidados son importantísimos.

En julio, el Consejo de Ministros tuvo que desbloquear contratos por valor de 2,5 millones de euros, y se han publicado informaciones que hablan de irregularidades por hasta 24 millones. ¿Qué es lo que ha ocurrido en el instituto durante los últimos años?

Las convalidaciones en Consejo de Ministros proceden de un déficit en la gestión de años anteriores que ha permitido que se prestaran servicios sin contrato. Hubo un momento del Gobierno del PP en el que se hizo una dejación de funciones, y eso hay que regularizarlo. Esto es impericia, o desidia. Otra cuestión es el anteproyecto de informe del Tribunal de Cuentas que pone de manifiesto algunas cuestiones tremendamente relevantes. No podemos entrar en valoraciones que corresponden al órgano de fiscalización.

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