Según ha explicado la Conselleria de Hacienda y Relaciones Exteriores en un comunicado, esta redistribución de las ayudas europeas se enmarca en la decisión de la Unión Europea de flexibilizar el uso de los fondos de cohesión para reforzar los sistemas sanitarios en el marco del Plan CRI (Iniciativa de inversión de respuesta al coronavirus), puesto en marcha por las autoridades comunitarias, como una de las primeras medidas que impulsó la Comisión Europea a finales de marzo para mitigar el impacto de la pandemia.

Después de negociar con el Govern y el Ejecutivo estatal las modificaciones en el programa Feder, han apuntado, Bruselas ha dado luz verde al uso de estos fondos para acciones relacionadas con la Covid-19.

En el caso de las Islas, se trata de 65,3 millones de euros, como había propuesto el Govern y ya comunicó la consellera de Hacienda y Relaciones Exteriores, Rosario Sánchez, ante el pleno del Parlament, durante una comparecencia el pasado mes de julio.

Según han señalado, la adopción de esta decisión supone un apoyo importante para atender "de manera eficaz" las necesidades existentes por la crisis sanitaria, a través de camas hospitalarias suplementarias, la contratación de nuevos trabajadores sanitarios, el aumento de pruebas de detección de la enfermedad o la adquisición de equipamientos, incluidos los de protección.

Esto ha comportado aprovechar los remanentes generados en algunas de las inversiones ya hechas, así como los compromisos presupuestarios todavía no dispuestos de operaciones no ejecutadas.

Según han explicado, se trata de la modificación más importante de la programación regional del Feder en Baleares que ha presentado la Conselleria de Hacienda y Relaciones Exteriores en el actual marco financiero 2014-2020, no solo por la magnitud de las cantidades afectadas, sino también por el incremento temporal de la tasa de financiación hasta el 100 por cien -en lugar del 50 por ciento como hasta ahora-, lo cual ayudará a los beneficiarios a implementar sus proyectos.