Este proyecto de investigación ha sido impulsado por la Fundación Diario de Avisos y ha sido presentado hoy miércoles en un acto celebrado en la Facultad de Ciencias de la institución académica, presidido por la rectora Rosa Aguilar.

El objetivo principal del proyecto es determinar la presencia de micro plásticos en sedimentos marinos en diferentes puntos de las costas de las ocho islas del archipiélago. Tendrá un año de duración y los trabajos de campo ya han comenzado desde el pasado mes de julio en playas de La Palma y Tenerife.

Los criterios para seleccionar los enclaves en los que se extraerán muestras es que sean fondos arenosos fácilmente accesibles desde la costa y, en algunos casos, que haya proximidad de emisarios.

Hernández Borges explicó la complejidad de un proyecto que implica múltiples desplazamientos, inmersiones y el traslado rápido de las muestras al laboratorio, utilizando recipientes de acero inoxidable que evitan la contaminación de las muestras.

Seguidamente se procede a un laborioso procesado de los sedientos recogidos para separar los micro plásticos que tenga presentes y poder caracterizar su tamaño, tipo y material, para lo cual se utilizará tanto el análisis visual con lupa binocular como el uso de microscopía infrarroja y tipo Raman.

Aunque los trabajos llevan apenas dos meses en marcha, el investigador principal quiso avanzar algunos de los resultados obtenidos en uno de los yacimientos de muestras de La Palma, concretamente el de Puerto Naos, en donde se ha que visto el 100% de los micro plásticos son tipo microfibras en profundidad, en una cantidad media de 1,2 fibras por cada gramo de sedimento húmedo. Además, el 83% son transparentes y, en su mayoría, de entre 1 y 2 milímetros.

Previamente, Borges había impartido una introducción acerca de qué son, cómo se crean y cuál es el problema actual con los micro plásticos, especialmente acuciante en Canarias dado que las corrientes marinas que afectan el archipiélago fomentan que se produzca en su litoral acúmulos de residuos.

"Los micro plásticos están entrando a la cadena alimentaria, lo fragmentos más pequeños están llegando incluso al microplancton y el ser humano está ingiriendo cada semana el equivalente a una tarjeta de crédito de plástico", ejemplificó el experto.

Expuso que los retos que debe afrontar el estudio pasan por comprender la dinámica de su formación, transporte y acumulación; conocer la absorción de contaminantes; desarrollar metodologías analíticas para la determinación de micro plásticos de pequeño tamaño y estudiar su consumo por parte de los organismos marinos.

PRESENTACIÓN.

Durante la inauguración del acto, la rectora reflexionó que los problemas complejos como el de los micro plásticos no tienen soluciones sencillas, pero, en todo caso, las respuestas deben venir de la ciencia, "y en este sentido, la Universidad de La Laguna siempre se ha caracterizado por su preocupación especial en la búsqueda de soluciones a los dilemas que, en diversas áreas, aquejan a nuestro territorio".

Aguilar destacó la adecuación del grupo de Química Analítica Aplicada para abordar este proyecto, dado que en poco tiempo han logrado una posición de liderazgo en la investigación sobre micro plásticos, gracias a su labor divulgativa a través de diversos cursos de extensión universitaria, la publicación de algunos artículo en revistas de impacto, y su participación en proyectos internacionales como IMPLAMAC, en el que participan seis universidades de Canarias, Madeira, Cabo Verde y Azores para evaluar el impacto de los micro plásticos en la Macaronesia.

La rectora también alabó el mecenazgo e iniciativa de la Fundación Diario de Avisos, "que se ha hecho eco de este problema y ha decidido tomar cartas en el asunto, liderando un proyecto ambicioso y recabando la ayuda de los expertos universitarios más adecuados".

El consejero de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Planificación Territorial del Gobierno de Canarias, José Antonio Valbuena, señaló que las evidencias de que el cambio climático es producto de la acción humana son claras, y prueba de ello ha sido la propia pandemia de la Covid-19 pues, como recordó, durante los dos meses de confinamiento prácticamente en todo el mundo, y por tanto de inacción humana, la naturaleza se recuperó a paso agigantados.

Por ello, explicó que de igual modo que para protegerse del coronavirus las personas han asumido cambios de hábitos y sacrificios como llevar mascarilla, de cara la proteger el medio ambiente habrá que comportarse con similar abnegación. "Luchar por el medio ambiente no es ponerse una chapa o ir a un acto, es implicarse". Así, cree que las administraciones deben tomar decisiones normativas "a pesar de que a algunos les pueda no gustar" porque se hacen pensando en el futuro.