Según un estudio realizado por el comité, durante el pasado mes de mayo, el 60% de los autobuses llegaron a cocheras después de la hora estipulada, por lo que los conductores demandan «más tiempo para realizar el recorrido y evitar que se llame a coches que vayan fuera de su ruta para ponerse en hora sin ofrecer servicio», según explicó a 20 minutos Javier Anadón, presidente del comité de empresa.

Para el comité de Tuzsa es el momento de revisar los tiempos de recorrido que califican de «insuficientes» y que hay que acomodar a las nuevas dimensiones de la ciudad que «crece en tamaño y población y no recibe ninguna mejora en consonancia con el aumento».

En verano

Respecto al funcionamiento del servicio durante los meses de julio y agosto, Anadón comentó que «si durante el año somos ciudadanos de primera, en julio somos de segunda y en agosto, de tercera, porque hacemos perder tiempo a los ciudadanos que se quedan a trabajar, cuando se deberían intentar mantener los tiempos».

Los usuarios de la línea 35 han sido este verano los más perjudicados con largas esperas, seguidos de los de la 22, 32 y 36. También lo han sido esta semana las líneas 23, 30 y 33, a pesar de que desde el lunes se reforzaron con más coches, y funcionaran los buses articulados.

En fin de semana, más deprisa

Por si entre semana el tiempo estipulado para los trayectos resulta insuficiente, los sábados y domingos aún es menor. En la línea 21, los 33 minutos de recorrido bajan a 25 los fines de semana, siendo el  trayecto el mismo. «Para dar servicio y calidad el conductor necesita tiempo. Si hay que reducir frecuencias, lo que no se puede hacer es quitar tiempo y correr más», dicen los responsables del comité. Y calidad es lo que piden los usuarios de la línea 36, que no hace ninguna parada desde la plaza del Pilar hasta la esquina de la Audiencia Provincial en el Coso, y en la que los cambios de línea suponen más tiempo y un largo paseo.