Menuda temporada estival atípica, no hace falta repetirlo una vez más, a causa de la pandemia del coronavirus. Eso sí, hay cosas que nunca cambian. Y esperemos que no lo hagan nunca. Estamos hablando de los posados veraniegos de nuestras celebrities, que han subido la temperatura a más de un seguidor.

Los ha habido para todos los gustos, algunos presumiendo de cuerpazo (o de una parte concreta de este), otros de amistad amante de la fotografía, otros artísticos y en blanco y negro o, incluso, ha habido bastantes que buscaban ese momento íntimo junto a la barriguita de embarazada.

En un año en el que viajar al extranjero ha sido imposible y que casi todo el turismo ha sido nacional nos quedamos con la jet set de los famosos de España, desde presentadoras a modelos, pasando por intérpretes, cantantes, empresarias e influencers.

El caso de Pilar Rubio es, de hecho, paradigmático de este verano de 2020, dado que ha pasado de posar en estado de buena esperanza a dar a luz a Máximo Adriano y en menos de un mes volver a ponerse delante de la cámara para varias imágenes que han hecho preguntarse a sus más de cinco millones de seguidores cómo diantres lo ha hecho.

Caso parecido al de Elena Tablada, que no ha tenido reparos en mostrar cómo está su figura después de haber dado a luz a su segunda hija, al igual que Rosanna Zanetti, la actual pareja del padre de su primera hija, David Bisbal, se ha pasado estos meses luciendo orgullosa su embarazo.

Entre las influencers también ha habido numerosas socialités que han lucido para sus fans tanto el antes (de anunciar el embarazo) como el después, cuando ya se empiezan a tocar la tripita, como el caso de Sandra Gago, esposa de Feliciano López.

En este caso hay que contar, sin lugar a dudas, cómo le ha cambiado la vida a María Pombo. La madrileña de 25 años no es solo que haya vivido un verano estupendo, sino que posiblemente haya sido de los mejores de su vida pues, a pesar de la enfermedad a la que tiene que hacer frente, pudo expresar de mil formas su felicidad por su futura primera maternidad junto a Pablo Castellano.

No todas las influencers españolas están embarazadas, eso sí. Las hay que han disfrutado de su hija y del verano a partes iguales, como Laura Escanes, que escribía "La cura para todo siempre es el agua salada: el sudor, las lágrimas o el mar" o Anna Ferrer Padilla, que en el tiempo en el que no ha estado apoyando a su madre por sus recientes pérdidas, se ha regalado viajes de desestrés.

Quien también ha tenido esos viajes que han sido "medicina" ha sido la española más seguida en Instagram: Ester Expósito. Sus más de 25 millones de fans, claro, encantados, al igual que los más de 20 de Úrsula Corberó, la otra estrella española de Netflix, que les dejaba boquiabiertos con una sesión en top less.

Las más famosas de la televisión igualmente se han llevado todo el verano recorriendo la geografía española, viajando de la mano de Paula Echevarría de Asturias a Marbella, o, si seguíamos a Lara Álvarez, de Cádiz a las Islas Canarias, pasando por una escapada a Portugal.

Pero también otras televisivas nos han dado grandes momentos en la temporada estival. Como Cristina Pedroche, que en sus descansos su mente se iba "ahí" ("No al culo, sino al monte", como se prestaba a aclarar), o como Irene Rosales, cuyos altibajos no han impedido que regalase a sus fans algún que otro posado en la piscina.

Del mundo de la música es menester destacar dos de las presencias más recurrentes tanto en redes sociales como en los medios. Por un lado Edurne, que acertaba de pleno con su foto "postureo" y por otro Aitana, que ha tenido un verano movidito de emociones pero que nos ha regalado de las fotos más artísticas del estío.

¿Y los chicos? Pues desde aquí nos quedamos con tres que han cortado la respiración al por mayor. Primeramente, el novio de Aitana, Miguel Bernardeau, que con su pie de foto solo en base a emoticonos lo decía todo -si es que había algo que decir-; también Jon Kortajarena, con una de esas imágenes en las que no queda píxel por analizar; o Andrés Velencoso, que mandaba "besos a todos" a punto de darle al 'clic'.