La investigación dio comienzo por la gran alarma social creada y el aumento de personas toxicómanas que frecuentaban dicho domicilio, han informado a Europa Press fuentes de la Subdelegación del Gobierno.
Asimismo, la proximidad de este piso con un colegio cercano suponía un gran peligro para los jóvenes que acudían a éste, ya que en numerosas ocasiones los consumidores de dicha sustancia abandonaban los efectos del consumo en las inmediaciones, con el peligro de insalubridad que esto suponía.
Ante tales hechos, se solicitó a la autoridad judicial una autorización de entrada y registro en el domicilio y, una vez allí, se encontraron numerosos efectos para la preparación y distribución de la sustancia estupefaciente que allí se vendían, conocida en el argot policial como "rebujito y rebujao", también denominada coloquialmente como la "droga de los pobres".
Además, se intervinieron varias básculas de precisión utilizadas para el pesaje de la sustancia referida, una carabina, munición del 9 milímetros parabellum y corto, así como sustancia de corte y diversos envoltorios cuyos restos, tras una realización de test, arrojaron un resultado positivo en la prueba de cocaína y heroína.
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