¿Covid-19, gripe o resfriado? Cómo diferenciar los síntomas en los niños

Gel hidroalcohólico para cada alumno que entra en la escuela Vedruna de Girona.
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ACN
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Tos, fiebre, mocos, diarrea, dolor corporal... Son los compañeros menos deseables que cada año empiezan el curso con los más pequeños y que van en aumento conforme se acerca el invierno. Todos estos síntomas entran dentro de lo esperable en los niños con la vuelta a las aulas. Sin embargo, en plena pandemia de coronavirus, en esta ocasión llegarán para acrecentar la preocupación de los padres, que se preguntarán: ¿qué tiene mi hijo: un resfriado, gripe o Covid-19?

Resulta muy complicado, por no decir prácticamente imposible, diferenciar con certeza si los síntomas que aquejan a un niño obedecen a la Covid-19, una gripe o un resfriado, especialmente en los primeros momentos de la enfermedad. Al inicio, que es cuando más contagia un paciente y más importante es identificar de qué tipo de infección se trata, los tres procesos cursan con un cuadro catarral muy parecido, explica César Feliu, pediatra del Hospital Comarcal de Melilla.

"Cuando los niños vuelven al cole en otoño empiezan a circular muchos tipos de virus respiratorios y todos se expresan de forma similar, es decir, un cuadro catarral con más o menos mocos, fiebre o febrícula de dos o tres días... y esos pueden ser los síntomas de coronavirus en un niño. Es prácticamente indistinguible. Si esa fiebre va a más, podría ser Covid-19, pero también una gripe", ahonda Feliu, que apunta a la necesidad de someterlos a pruebas para comprobar si se trata del SARS-CoV-2, que ha desatado la pandemia.

Dificultad respiratoria y fiebre

A pesar de que en niños no hay ningún síntoma específico que haga pensar unívocamente en una infección por coronavirus, hay ligeras diferencias entre estas enfermedades. "Los tres cuadros clínicos comparten sintomatología similar, pero, en general, la dificultad respiratoria junto con la fiebre son más frecuentes en la Covid-19", señala María García-Onieva, secretaria de la Asociación Española de Pediatría (AEP).

"Los tres cuadros clínicos comparten sintomatología similar, pero, en general, la dificultad respiratoria junto con la fiebre son más frecuentes en la Covid-19"

"La presencia de fiebre alta, por encima de 37,8, es común a la gripe y a la Covid, mientras que es ocasional en el resfriado. La tos aparece en los tres cuadros y es, con más frecuencia, seca en la infección por coronavirus. El dolor muscular y de cabeza, así como el cansancio, son más habituales en la gripe y el resfriado", explica García-Onieva, también pediatra en Atención Primaria. 

Y continúa: "La diarrea puede aparecer en la gripe y en la infección por coronavirus, pero no en el resfriado común. Y la dificultad respiratoria es muy frecuente en la Covid y no aparece en los otros dos cuadros".

Precisamente son los cuadros gastrointestinales en lactantes de menos de un año y preescolares por debajo de tres, con diarrea y algo de febrícula, los casos más habituales que están atendiendo los pediatras como consecuencia del coronavirus, detalla Feliu. No obstante, manda un mensaje de tranquilidad a los padres: "En la inmensa mayoría de los niños, de tratarse de un cuadro de coronavirus, no desarrollan síntomas y, de aparecer, van a pasar prácticamente desapercibidos. En un niño sano, van a ser, por regla general, muy banales y se van a recuperar bastante bastante bien".

¿Cómo reaccionar ante los síntomas?

En el caso de que un niño comience a presentar síntomas, las directrices de los pediatras para los progenitores son claras: ante el más mínimo síntoma, ante la presencia de tos, de aumento mucosidad, de diarrea o de fiebre, deben quedarse en casa aislados y notificarlo a su centro de salud para ver qué medidas deben adoptar. "No deben estar separados de los padres, que siempre deben estar en contacto con sus hijos, pero sí de personas de riesgo que convivan con ellos en casa", incide Feliu.

"No deben estar aislados de los padres, pero sí de personas de riesgo que convivan con ellos en casa"

¿Y cómo cuidarlos? "Como con cualquier cuadro catarral o gripal, lo más importante es que el niño esté bien hidratado. Si tiene muchos mocos, y sobre todo si es muy pequeñito, hacerle lavados nasales. Y, luego, los antitérmicos. Es decir, Apiretal en los más pequeñitos, Ibuprofeno en los mayores, que son los antitérmicos estándar y habituales, usándolos siempre bien, con una dosificación correcta y adecuada", aconseja el pediatra.

Además, Feliu recomienda la vacunación contra la gripe, especialmente para los niños que pertenecen a un grupo de riesgo. "Cuando son más pequeños, cuando son lactantes menores de seis meses o de un año, se vacuna el entorno: los hermanos mayores, los padres...", explica.

"No obstante, sabemos que la vacuna no protege al 100% contra la gripe. Dependiendo del año, protege entre un 50 y un 70%. Es decir, se podría desarrollar una gripe con más o menos síntomas, pero es muy importante este año vacunar a los niños, porque saberlo nos va a ayudar bastante", asegura Feliu.

Refuerzo de la Atención Primaria

El pico de la pandemia en marzo y abril puso contra las cuerdas al sistema sanitario español, con una ocupación hospitalaria muy superior a la que los centros podían hacer frente. Esta segunda ola está provocando una presión asistencial en la Atención Primaria que hace casi imposible que los facultativos puedan atender a todos los pacientes. Por eso, Feliu pide reforzarla "sí o sí".

"Indudablemente hay que reforzar la Atención Primaria sí o sí"

"El caballo de batalla en estos tiempos es una buena Atención Primaria. No solo los padres de todos estos niños que tengan síntomas banales van a consultar a través del pediatra, sino que también debe haber una comunicación directa entre los propios colegios y sus centros de salud de referencia. Así, en caso de detectar cualquier brote, se podrá poner cortafuegos, saber a qué niños aislar y a cuáles no", recalca.

Por todo ello, insiste, el papel del pediatra de Atención Primaria actualmente es "clave como no lo ha sido nunca antes".

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