Los deseos de nuevo año han cambiado. Unos cuantos meses han sido suficientes para darnos cuenta de que la crisis va en serio, y que, después de la salud, lo más importante ahora mismo y a medio plazo es tener trabajo.

Obviamente, ése sería el mejor regalo de Navidad para las miles de personas se han quedado en el paro debido a la actual situación económica. Pero, ¿qué solicitarían a su empresa los trabajadores si pudieran escribirle a sus jefes su propia carta a los Reyes Magos?

La respuesta la tiene Adecco tras publicar la segunda edición de la encuesta ¿Qué le pedirías a tu empresa por Navidad? Nada que ver con la primera, ya que las aspiraciones del ejercicio anterior se sustentaban sobre unos excelentes resultados.

Retribuciones de bajo coste

Sin duda, el mejor regalo seguiría siendo un aumento de sueldo. Pero sólo el 46,6% de los encuestados lo pediría, y además en función de los objetivos de la empresa: sólo ganamos si la empresa gana.

Sin embargo, casi el 60% de ellos cree que este año no se lo concederán. La consciencia es tal que el 30% directamente pediría mantener su retribución hasta que mejorase la situación.

No obstante hay otras cosas de menor coste que siguen siendo muy valoradas por los empleados y que podrían compensar la nómina mensual. Se trata de la remuneración en especie. De hecho, el regalo más solicitado este año es la formación adicional.

Al 96% de los encuestados les gustaría que su empresa les ofreciese cursos para aumentar sus conocimientos,sobre todo especializada en el área profesionalde cada trabajador, pero también de idiomas y de otros campos diferentes a su puesto.

Miedo al cambio

Pero la formación no es la única especie deseada. Le siguen los cheques de comida, el seguro médico privado, y a algo más de distancia otro tipo de reivindicaciones como coches y móviles de empresa, seguro médico, guarderías o planes de pensiones.

Tampoco nos olvidamos de la jornada laboral. Es más, para el 20% de los encuestados la flexibilidad horaria sería el mejor regalo que le podría hacer su empresa estas Navidades. La jornada intensiva también sería una gran sorpresa, y en menor medida el teletrabajo.

A pesar de que a nadie le van bien las cosas, el miedo nos ha quitado predisposición para cambiar de aires. La mayoría de los trabajadores no pediría un cambio de empleo, sosteniendo que no es un buen momento para iniciar nuevas andaduras profesionales. Sólo un 18,2% lo solicitaría, y eso cuando mejore la economía.

Vistas nuestras exigencias profesionales, parece que somos muy conscientes del pobre balance de 2008, de las políticas de reducción de costes que están llevando a cabo las empresas y de la situación empeorará el año que entra.

“Queridos (y temidos) Jefes Magos: Me llamo Juan, tengo 26 años y trabajo como diseñador. Este año he sido un buen empleado porque creo que he cumplido con todas mis obligaciones y responsabilidades. Además me siento implicado y comprometido con la empresa y creo que eso merece una pequeña recompensa, aunque mentiría si dijese que no he podido hacer un poquito más. Siempre se puede hacer un poco más. Ése es mi propósito para el 2009, y por eso os pido que, a pesar de que viviremos un año duro, seáis empáticos e intentéis mantener y crear todos los puestos de trabajo que estén en vuestras manos, porque sólo juntos mejoraremos las cosas”