Von der Leyen quiere más competencias sanitarias para la UE y abre la puerta a un salario mínimo europeo

  • Además, la Comisión Europea modifica los objetivos de recorte de emisiones para el año 2030.
  • Por el momento no se van a restaurar las reglas de disciplina fiscal.
Ursula von der Leyen, en el Parlamento Europeo.
Ursula von der Leyen, en el Parlamento Europeo.
EFE
Ursula von der Leyen, en el Parlamento Europeo.

"Este es el momento de Europa, y esto es de lo que quiero hablar hoy". Fue la primera frase que pronunció Ursula von der Leyen antes de empezar su primer discurso en el debate sobre el estado de la Unión. Y no pudo ser más premonitoria. Se subió a la tribuna en una jornada marcada por los estragos de la pandemia en la UE, por lo que la presidenta de la Comisión articuló las respuestas "en los próximos doce meses".

El primer punto a tocar fue el más directamente relacionado con el coronavirus. "Es necesario repensar las competencias que la UE tiene en materia sanitaria", espetó Von der Leyen nada más empezar, justo después de avisar de que este, el de una crisis sin precedentes, "de dar una respuesta a la altura". Habrá novedades precisamente en lo que a salud se refiere. "Crearemos una agencia de investigación biomédica", sostuvo. Además, dejó claro que "se encuentre una vacuna, los europeos tendrán que tener acceso a ella" porque "solo la cooperación salva vidas".

También dijo que Bruselas propondrá reforzar y dar más poder a la Agencia Europea del Medicamento y al Centro Europeo de Prevención y Control de las enfermedades. Además, explicó que tiene previsto convocar una cumbre mundial de salud para tratar de extraer lecciones de la pandemia. "Debido a que fue una crisis global, necesitamos aprender las lecciones globales. Por eso, junto con el primer ministro Conte y la presidencia italiana del G20 el próximo año, convocaré una cumbre mundial de salud en Italia el próximo año", anunció la presidenta de la Comisión.

El empleo es otro de los asuntos que más preocupan a Von der Leyen, y ahí introdujo otra de las novedades. La Comisión Europea abre la puerta a, en el corto plazo, presentar una propuesta para la creación de un salario mínimo europeo que "mejore la negociación colectiva". Además, sin ser demasiado explícita, la presidenta comentó que la vuelta a la disciplina fiscal - que limita el déficit público al 3% y la deuda pública al 60%- tendrá que esperar. "Es el momento de ayudar a la economía", sostuvo.

Asimismo, uno de los grandes pilares de la legislatura para la Comisión es la lucha contra el cambio climático. En este sentido llegó otro de los grandes anuncios. Se van a modificar los objetivos de recorte de emisiones para el año 2030. La reducción tendrá que ser de un 55%, no de un 40% como estaba fijado hasta ahora. "Para nosotros, es un objetivo ambicioso y alcanzable", recalcó.

Solidaridad con los refugiados y exigencia con el brexit

No olvidó Von der Leyen insistir en el concepto de "solidaridad". Lo hizo, además de en lo sanitario, en lo referente al asunto de las migraciones. Ve el incendio de Moria como una "dolorosa lección" para que Europa actúe "unida". Eso sí, dio un tirón de orejas a los países, que son los que tienen competencia en materia de política exterior. "Muchas veces los gobiernos de los Estados miembros se quejan de la lentitud de Europa con los avances. Yo les digo: sean ustedes valientes y conformen las mayorías necesarias para avanzar", comentó. La semana que viene la Comisión tiene previsto presentar su estrategia común sobre migraciones.

"La inmigración siempre ha sido un hecho para Europa y siempre lo será", dejó claro Von der Leyen, que aborda ahora el tema de los refugiados. "Se ha hecho mucho desde entonces, pero todavía queda mucho por hacer y podemos encontrar una solución". La semana que viene la Comisión presentará un nuevo pacto sobre la migración. "Salvar las vidas en el mar no es una opción", sino una obligación, sentenció entre aplausos de algunos parlamentarios.

Fue entrelazando temas la presidenta hasta llegar al asunto del brexit. Y ahí fue un poco irónica. Von der Leyen parafraseó a Margaret Thatcher y le recordó a Boris Johnson que no puede seguir adelante con su ley que rompe el pacto de retirada. La UE tiene su posición muy clara. "El acuerdo no se puede modificar y no daremos marcha atrás", sostuvo la presidenta.

Por otro lado, la Comisión Europea también presentará el primer informe sobre el Estado de Derecho, para "detectar" los retos que haya en este sentido. "Esto no es negociable", explicó Von der Leyen, que miró a Hungría y Polonia para aseverar que los valores europeos "no se venden". Y lanzó un apasionado mensaje: "Yo estoy orgullosa de vivir en Europa", dijo la presidenta, que al mismo tiempo pide seguir luchando contra el racismo. "Es el momento para crear una UE de verdad antiracista", continuó diciendo, al tiempo que defendía la "igualdad" y al colectivo LGTBI, por lo que va a presentar una estrategia en este sentido. Insiste en construir un mundo "respetuoso" para las próximas generaciones.

"Europa será la que nosotros queramos que sea. ¡Viva Europa!". Y esa fue la última frase de una Von der Leyen que habló durante ochenta minutos acabó aplaudida por los eurodiputados, muchos de ellos en pie, antes de recibir las interpelaciones de los portavoces.

"No defraudemos a los europeos"

En el debate propiamente dicho, el primero en tomar la palabra fue el popular Manfred Weber. Defendió la posición de la UE en el escenario global, frente a las presiones de Rusia y China, además de Turquía. "Ser patriota no es ser una marioneta de Putin", expresó, y apeló a la credibilidad. "Si alguien ataca a nuestra familia, tenemos que defendernos". Por su parte, la portavoz de los socialdemócratas, Iratxe García empezó hablando de Moria y el euro para explicar las prioridades. "La respuesta a esta crisis no va a ser la misma que en 2008, esta vez estará centrada en las personas y en la solidaridad".

"Es el momento de invertir en esa Europa resiliente", dijo García, que insta a la Comisión a cumplir con todos los retos que se plantean, en todas las esferas. Se posición a favor además de ese salario mínimo que puso sobre la mesa Von der Leyen. En su turno, el liberal Dacian Ciolos avisó de que los antieuropeos "también necesitan a Europa" aunque "no lo van a reconocer nunca". Dice que los proyectos "nacionalistas" ya no tienen cabida en la UE, porque esta "ha hecho sus deberes". Pidió, por tanto, "no hacer intercambios de valores por inversiones".

Por su parte, Dolors Montserrat explicó que la pandemia es "el mayor desafío de nuestras vidas" y que la UE tiene que estar "al lado de quienes más lo necesitan" porque "Europa no puede permitirse una generación perdida". Según ella, "hay que tomar ya medidas urgentes" para recuperar la economía y el empleo. "Necesitamos que los gobiernos nacionales hagan sus deberes".

Luis Garicano sostuvo que "debemos estar orgullosos de la respuesta" de la UE ante esta crisis. "Transmitimos un mensaje a los ciudadanos para salir de esto juntos" pero no todo está resuelto, pues el dinero "hay que gastarlo bien". Insistió que el Parlamento Europeo asegurará que los fondos "se usen para favorecer a las familias" porque Europa "no es un cajero automático".

También intervino Jorge Buxadé. El eurodiputado de Vox comentó que el discurso de Von der Leyen estuvo completamente vacío. "¿En qué mundo viven?", se preguntó, y pidió olvidarse de las "agendas globales" porque "Bruselas hundirá a toda Europa" si no sale a la calle. "Toca la ley y el orden".

"Creo que le ha faltado autocrítica al discurso de Von der Leyen en la lucha contra el Covid. En los anuncios ambientales estamos relativamente satisfechos. Seguimos con un gran agujero negro en el proyecto de integración que es la política de migración", sostuvo por su lado el eurodiputado de los Verdes Ernest Urtasun. Además, Idoia Villanueva, de Podemos, aseguró que es "necesario cambiar las políticas que veníamos llevando y que han demostrado solo cómo ha habido un crecimiento de la desigualdad dentro del territorio europeo y que es lo que de verdad rompe el proyecto".

Ursula von der Leyen tuvo que escuchar, asimismo, las críticas que le llegaron tanto de los ultraconservadores del ECR como de los Verdes. Estos últimos pidieron un cambio más "drástico" en la deriva de la UE. Antes de terminar el debate, la presidenta de la Comisión Europea se enzarzó en una discusión con un eurodiputado de la extrema derecha a cuenta de la migración. "Le hemos pillado, ustedes solo propagan odio", sentenció. Antes de todo, había pronunciado una frase que resume la jornada: "Europa será la que nosotros queramos que sea".

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