¿Quién es Richard Swing? Es la pregunta que surge al escuchar el nombre de este desconocido pero histriónico cantante que ha puesto contra las cuerdas al presidente de Perú, Martín Vizcarra, a quien hace tambalear de su sillón presidencial en plena pandemia de Covid-19 y a siete meses de las elecciones.

Richard Swing es el nombre artístico de Richard Cisneros, "un 'showman' total", como se define él mismo en redes sociales, pero que solo alcanzó la fama gracias al dinero público que se llevó por sus altos honorarios como conferenciante desde que es presidente Vizcarra, del que afirma ser su amigo cercano.

En total fueron 175.000 soles (unos 50.000 dólares) los que se embolsó sin demasiado 'swing' este cantante, de dudoso gusto musical pero de desbordante personalidad narcisista, por nueve contrataciones que le hizo el Ministerio de Cultura entre 2018 y 2020 para diversos y variados actos.

"Liderazgo transformador sapiencial" es el vaporoso y abstracto título de su última conferencia virtual, brindada a funcionarios del Ministerio de Cultura en plena pandemia de Covid-19 y en la que afirmó haber dado "un gran aporte a la humanidad", como escribió en el informe de la actividad.

A juzgar por sus palabras, solo esa conferencia por la que cobró 30.000 soles (unos 8.500 dólares) fue más trascendente que los tres discos que grabó en sus 25 años de trayectoria musical marcada por el anonimato general y de vídeos de pobre producción donde Swing se desempeña como una versión muy low cost de Juan Gabriel.

Audios grabados en secreto por su asistente

Ahora, en unos audios que aparentemente grabó en secreto la exasistente del presidente Karem Roca, se escucha a Vizcarra planear cómo ocultar visitas de Swing al Palacio de Gobierno de Lima, un hecho que pone al mandatario en un gran brete, pues semanas atrás negó haber tenido mayor relación y contacto con el artista.

Esto será usado ahora por el Congreso, que ya investigaba las contrataciones de Swing, para promover la destitución de Vizcarra.

Su cese convertiría en jefe de Estado al presidente del Legislativo, el opositor Manuel Merino De Lama, ya que el Gobierno no tiene representación en un parlamento lleno de enemigos del mandatario.

En los audios supuestamente grabados por Roca, una persona que fue muy próxima a Vizcarra pero que en los audios se presenta como una cabeza de turco del caso y traicionada por el mandatario, las ínfulas de grandeza de Swing quedan reflejadas cuando se le escucha decir que había pensado en escribir una novela basada en su relación con el mandatario bajo el título El amigo en la sombra.

"Me han utilizado para hacer un golpe de Estado un golpe de Estado en forma de vacancia (destitución)", dijo este viernes Swing al asegurar que ha sido víctima de un complot del Congreso contra el presidente.

En un giro dramático y teatral, el artista indicó que todo lo que dijo en las grabaciones eran mentiras deliberadas, dichas a sabiendas de que estaba siendo grabado.

Vizcarra niega haber intervenido en las contrataciones de Swing pero admite conocerlo de la campaña electoral de 2016, donde el estrafalario artista actuó en varios mítines de la candidatura del expresidente Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018), tras cuya dimisión el actual mandatario asumió la jefatura del Estado.

Swing comenzó a ser contratado periódicamente por el Ministerio de Cultura desde que Vizcarra asumió la Presidencia y se rodeó en el Palacio de Gobierno de varios asesores naturales de la sureña región de Moquegua, donde el mandatario fue gobernador regional (2011-2014), y de la que también oriundo el cantante.

Selfies de Vizcarra con Swing

Al descubrirse sus cuestionables contratos también se hicieron virales los selfies que Swing se tomó con Vizcarra cuando asistió invitado al Palacio de Gobierno a la ceremonia de jura del primer Consejo de Ministros del mandatario.

En sus visitas a Palacio conservó su estilo extravagante, al lucir corbatas de Mickey Mouse, pero siempre con su característica combinación de traje y camisa desaliñada por fuera, rematada con collar, pulsera y reloj de oro y lentes de sol.

No obstante, el momento cumbre de Swing fue el día que compareció en el Congreso para explicar ante una comisión parlamentaria sus vínculos con Vizcarra, probablemente el día de su vida, hasta hoy, que más expectación sintió sobre sí mismo al ser transmitida su intervención por televisión a nivel nacional.

Como si fuera una más de sus cuestionadas charlas motivacionales y recreándose en cada respuesta por sentirse ser el centro de atención, Swing negó tener relación con Vizcarra, pero dejó perlas para la hemeroteca que detallan el alto concepto que tiene de su talento artístico tan poco valorado por el resto de la gente.

Se compara con Picasso y Juan Gabriel

"¿Cómo se sentiría Picasso, Da Vinci o Juan Gabriel si fueran convocados al Ministerio de Cultura? No podrían trabajar", respondió Swing a modo de lamento por que se cuestione las tareas que ha realizado a cambio de dinero público.

En su alocución aseguró sin inmutarse ni pestañear que no solo es cantante y conferenciante sino también "experto en marketing político" y... "deportista de alto nivel", pese a que su evidente sobrepeso parece indicar lo contrario.

Este amante de las apariencias también presumió de su doctorado 'honoris causa' otorgado por el Instituto Mexicano de Líderes de Excelencia, una institución cuestionada en México por presuntamente dar este tipo de reconocimiento a cambio de dinero.

Otro dudoso mérito de Swing es el triple disco de platino y el doble disco de oro que se ufana de haber conseguido por la venta de sus producciones musicales, hasta ahora irrelevantes, pues la fama que tanto anhelaba el cantante le llegó finalmente, pero a costa de poner la cabeza de Vizcarra en manos de un Congreso opositor.