El coronavirus sigue muy presente en nuestra vida diaria y cualquier nuevo método es bienvenido si se trata de frenar los contagios. La medición de temperatura es fundamental para contener la propagación. Para que se pueda medir de manera constante podemos usar una mascarilla que, expuesta a una fuente de calor, nos muestra la temperatura.

Estos inventos pueden ser más útiles en el contexto de la vuelta al cole. Así ocurre las tarjetas que vibran cuando un pequeño se acerca a menos de metro y medio. Si algún niño quiere saltarse la norma no podrá porque la informática se chiva a los profesores con un mensaje a un dispositivo móvil.

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Una vez aseguradas la toma de temperatura y la distancia de seguridad, nos quedaría pendiente la higiene de manos. Se puede cumplir el objetivo fácilmente gracias a unos sellos que ponemos en las manos de los pequeños. Los sellos se van borrando progresivamente con cada lavado hasta borrarse por completo.