Después de la polémica surgida a raíz de las últimas tarjetas navideñas con las que los Reyes felicitaban las fiestas, Don Juan Carlos y Doña Sofía han decidido volver la mirada a los christmas tradicionales, a los de toda la vida. De esta forma, en el christma que enviarán en 2008 no hay rastro de miembros de la familia. En su lugar aparecen la Virgen María y el niño en una ilustración dorada.

Por atrás, sus firmas y un sencillo mensaje: "Felices Pascuas y Año Nuevo 2009".

No ha sido así en el resto de felicitaciones de la Familia Real. Tanto la de la infanta Elena como la de los duques de Palma y la de los Príncipes de Asturias incluyen fotografías en las que sí aparecen los niños del clan -Sofía, mayorcísima- , aunque ningún adulto.

En la tarjeta de la primogénita de los Reyes, como ya sucedió el año pasado, Jaime de Marichalar es el gran ausente. Ni su imagen ni su firma figuran en el chritsma en el que sí se ve una instantánea de sus hijos,  Victoria Federica y Felipe Juan Froilán , en una estampa poco navideña -sobre un colchón hinchable, en la playa-.

Adiós al Photoshop

Desde que en 2005 la Casa Real admitiera que su felicitación institucional había sido fruto de un montaje de Photoshop para posibilitar que aparecieran todos los nietos en la foto -había sido muy complicado reunirlos en la misma sesión-, y de que la Reina se confesara la artífice de ese entuerto, las tarjetas reales se miran con lupa.

Para, quizá, evitarse problemas, los monarcas felicitaron la Navidad de 2006 con una sencilla postal en la que aparecían los alrededores de la Zarzuela cubiertos por la nieve. Sin embargo, otra tarjeta, esta vez de la infanta Leonor junto a una chimenea, levantó las sospechas de que se había realizado un nuevo retoque por ordenador. ¡Una de las piernas de la pequeña no aparecía por ninguna parte!

El año pasado tampoco pasó desapercibido el christma en el que Don Juan Carlos y Doña Sofía posaban con sus nietos. La piernas del Rey, decían, estaban  desplazadas de una forma artificial hacia la derecha. La Casa Real negó tajantemente que hubieran echado mano esta vez del Photoshop.