El corazón de Mario Casas vuelve a estar ocupado tras su ruptura con la actriz Blanca Suárez. Durante el mes de agosto, el actor se dejó ver muy acaramelado con su compañera de reparto, Déborah François.
La pareja fue protagonista de un romántico paseo por Barcelona donde con besos, abrazos, caricias, miradas de complicidad y gestos de amor confirmaban el romance.
Todo se originó durante el rodaje de El practicante, donde se hicieron inseparables. Tanto como para que la actriz belga, que tiene su residencia en Francia, se traslade a España.
Una bonita historia de amor de película que, ahora, han llevado a las calles de la capital de Cataluña, donde la pareja ha alquilado un apartamento en la zona alta de la ciudad, según la revista Semana.
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