Pamplona recuerda con 1.476 flores a los fallecidos en la ciudad durante la pandemia de Covid-19

Pamplona ha recordado este martes en la Ciudadela a los vecinos que han muerto durante la pandemia de Covid-19, tanto a los que fallecieron a causa del coronavirus como a todos aquellos que murieron por otros motivos y que no pudieron tener una despedida debido a las restricciones para frenar los contagios. Como homenaje, se han colocado 1.476 flores, una por cada fallecido.

El acto ha coincidido con la celebración del Privilegio de la Unión de los Tres Burgos y en él se ha entregado también el Pañuelo de Pamplona-Iruñeko Zapia al médico Vicente Estremera y a la enfermera Belén Izcue, en representación de los sanitarios navarros. Ambos han hecho un llamamiento a la responsabilidad ciudadana para tratar de frenar los contagios. Además, se ha reconocido la labor de los profesionales y colectivos que han trabajado frente al virus desde la primera línea.

El acto ha estado presidido por el lema 'Hoy, más que nunca, unión. 1423-2020. 597º Privilegio de la Unión' y ha contado con la presencia del alcalde de Pamplona, Enrique Maya, y miembros de la corporación municipal. También han acudido los máximos representantes de las principales instituciones de la Comunidad. Han estado presentes la presidenta del Gobierno foral, María Chivite, el presidente del Parlamento de Navarra, Unai Hualde, y el delegado del Gobierno en Navarra, José Luis Arasti.

La pamplonesa María Jesús Artaiz ha sido la encargada de poner voz a la ciudadanía, y especialmente a los más mayores, un colectivo que debido a su edad y salud ha tenido que afrontar la pandemia con una mayor vulnerabilidad.

En sus palabras ha destacado el comportamiento y la "infinita generosidad" que los pamploneses han demostrado durante todo este tiempo, y ha agradecido a todos los que desinteresadamente han ayudado a los demás, acordándose especialmente de las personas jóvenes, voluntarios y al sector de la cultura, que ha conseguido que estos difíciles momentos hayan sido más amenos.

Finalmente, Artaiz ha pedido a todos los pamploneses responsabilidad para seguir cumpliendo con las normas de sanidad y seguridad "para que pronto todo este horror sea un mal recuerdo" En memoria de los fallecidos en Pamplona durante la pandemia, también se ha guardado un minuto de silencio y se ha abonado un árbol, un Gingo Biloga, ejemplar único en el mundo al que se conoce como el símbolo de la eterna esperanza. Este ejemplar permanecerá en pie en la Ciudadela.

En el transcurso del acto, la presidenta de la Asociación Goizargi, Raquel Mateo, ha puesto voz "al dolor, al miedo, a la incertidumbre que surge en estos días que hemos perdido a tantas personas". Desde esta asociación, que tiene como objetivo ayudar a las personas en duelo para contribuir a normalizar su vida tras la pérdida de un ser querido, han lanzado un mensaje de esperanza señalando que "el dolor siempre pasa, y hace que la vida tenga otro color".

ENTREGA DEL PAÑUELO DE PAMPLONA A LOS SANITARIOS

En el acto también se ha realizado la imposición del Pañuelo de Pamplona-Iruñeko Zapia, que este año ha servido para homenajear a los profesionales sanitarios navarros. El médico Vicente Estremera y la enfermera Belén Izcue, han sido los encargados de recibir esta distinción en nombre del colectivo.

El médico Vicente Estremera ha recordado la importancia que tuvo la unión durante la crisis sanitaria y ha pedido que ese sentimiento se recupere en estos momentos para dar una respuesta unida y enfrentar "una pandemia que todavía no ha cedido".

Además, el representante de los galardonados ha pedido a la ciudadanía responsabilidad porque "todavía estamos a tiempo de evitar que la situación se descontrole poniendo en práctica de manera estricta las recomendaciones de las autoridades sanitarias" y ha recordado que hay que cumplir las medidas recomendadas -mascarilla, lavado de manos frecuente y evitar aglomeraciones- "hasta que dispongamos de una vacuna eficaz".

Por su parte, la enfermera Belén Izcue ha querido hacer una mención especial a los que durante los peores momentos de la pandemia lo dejaron todo para atender a su vocación y ayudar a los demás, y a sus familias y amigos, que han hecho que para ellos "todo este tiempo haya sido menos difícil y más llevadero".

Pese al trabajo que están llevando a cabo los sanitarios, ha recordado que "todos tenemos un papel muy importante en la lucha contra el Covid-19" y ha destacado la importancia de no olvidar lo que la sociedad ha pasado. "Es importante mirar al pasado para aprender de lo vivido, aprender de los buenos y malos momentos pasados durante la pandemia; pero más importante es mirar al futuro con responsabilidad, no olvidar que esto no ha terminado", ha afirmado.

El acto también ha servido para homenajear a colectivos que están siendo clave en la lucha contra la pandemia, y que han tenido que enfrentarse al virus desde la primera línea. Así, el Ayuntamiento de Pamplona ha entregado, como símbolo de reconocimiento, un detalle a un representante de cada uno de estos grupos.

Lo han recogido la farmacéutica Cristina Iriarte, en representación de ese colectivo; el agente de policía municipal Juan Antonio Castro desde el ámbito de la seguridad; la trabajadora social del Ayuntamiento de Pamplona Sagrario Zueco por servicios sociales; la técnica municipal María Díaz de Rada en representación de acción comunitaria; la voluntaria de Cáritas Sagrario Goñi como parte del voluntariado; el librero Carmelo Buttini en nombre del pequeño comercio; el trabajador de FCC Iñaki Ibáñez desde el sector de la limpieza y el responsable de la Ciberaula de la Casa de la Juventud, Pablo Aragón, como representante del colectivo de los jóvenes.

En el acto también han participado la banda municipal La Pamplonesa, la Capilla de Música y la Orquesta Sinfónica de Navarra, y se han proyectado dos audiovisuales que han mostrado cómo Pamplona vivió los peores momentos de la pandemia y la manera en la que desde la capital se está haciendo frente a las consecuencias negativas del virus.

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