La acaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha explicado este lunes que intuye presiones a Junts per Catalunya (JxCat) por la Ley de regulación de alquileres, que se votará este miércoles en el Parlament. El partido ha presentado enmiendas en la norma que había consensuado él mismo. Para el Sindicat de Llogateres i Llogaters, las enmiendas desvirtúan por completo el contenido del texto.
En declaraciones a Betevé, Colau ha recordado que JxCat es heredera de la antigua Convergència Democrática (CDC), y que así “ya se entiende”. Pero espera que la formación “rectifique” por la importancia que, ha dicho, tiene esta norma para frenar los alquileres abusivos.
Colau también ha explicado que el gobierno español tiene sobre la mesa la propuesta de alargar la moratoria de desahucios mientras dure la pandemia, y ha confiado que la acabe aprobando.
Asume que Agbar devolverá el dinero
Sobre la polémica alrededor del recibo del agua de Agbar, Colau ha dado “por hecho” que la compañía devolverá el dinero cobrado de más en la próxima factura. Ha aprovechado para lamentar que, a su parecer, la empresa haya querido hacer recaer la cuestión en la tasa de residuos -que considera asequible dado que, según ha dicho, es de 8,5 euros cada dos meses como máximo- y ha reiterado que el agua es un servicio básico que tendría que estar municipalizado.
Cuando falta una semana para empezar el curso, la alcaldesa de Barcelona ha querido dar un “mensaje de confianza” poniendo de manifiesto que si bien “es evidente que hay incertidumbres”, también es verdad que “se han puesto recursos extraordinarios”. Sobre las incertidumbres ha situado la cuestión de las retribuciones a padres de niños en cuarentena, que todavía no están resueltas.
En cuanto al turismo, víctima destacable de la Covid-19, Colau ha confesado que le ha golpeado “muchísimo” la imagen de la ciudad vacía, y apuesta por recuperarlo, si bien aprovechando el momento para transformarlo de acuerdo con lo que su formación defiende. La alcaldesa ha pedido un “reequilibrio” del sector, de tal manera que la economía no dependa del turismo hasta el punto de sufrir consecuencias tan graves en una situación extraordinaria como la actual.
Finalmente, sobre las concentraciones de la Diada, Colau asegura que es partidaria de las manifestaciones, pero ha admitido que este año es “diferente”. En todo caso, no se ha posicionado sobre si se tienen que autorizar o no, recordando que esta competencia es de la Generalitat.
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