Las mejoras empezaron en junio de 2019, ya han estado en funcionamiento durante la pandemia y han supuesto una inversión de más de 785.000 euros, según un comunicado de la compañía de este lunes.

La mayor parte de la inversión ha sido para el nuevo horno de emisión cero, con un sistema de filtraje de gases y partículas, por el cual las emisiones del nuevo horno ("primero y único en la provincia de Girona de estas características") son totalmente inocuas.

Esta nueva equipación ha contribuido a evitar colapsos y atrasos en las incineraciones y la entrega de cenizas a las familias, con un aumento del 64% en la actividad desde marzo hasta mayo respecto al mismo periodo de 2019 (la anterior equipación permitía hasta cuatro cremaciones diarias y la nueva, hasta siete).

El gerente territorial de Mémora, Xavier Poch, ha destacado que la cremación gana cada vez más importancia en la sociedad en detrimento de la inhumación, por lo que apuestan por todo lo que ayude "a ser más respetuosos con el entorno y con las familias".

También se ha renovado la sala de introducción de féretros, donde los familiares se despiden del difunto antes de la cremación, para dar luminosidad al espacio, y se ha ampliado el porche de la entrada a las instalaciones.

Además del Tanatorio de Girona, Mémora está en diferentes puntos de la provincia, con un total de 14 tanatorios, 3 crematorios y 1 espacio de apoyo.