El decreto anunciado este jueves por el Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB) para que Aigües de Barcelona (Agbar) devuelva de forma inmediata (sin necesidad de reclamación) los importes de la última factura del agua "cobrados de más", sostiene el entre supramunicipal, reconoce implícitamente que la subida experimentada se corresponde con la aplicación de una norma de la propia AMB, tal y como denunció Agbar. Concretamente, la del artículo 60 del Reglamento de Servicio Metropolitano del Ciclo Integral del Agua. Este punto establece el método de facturación cuando se realizan lecturas estimadas de consumo ante la imposibilidad de obtener las reales,
Esta es la argumentación que ha sostenido la empresa de suministro desde que, el pasado martes el Ayuntamiento de Barcelona informara de esta disfunción en los cobros. Insiste Agbar en que ha cumplido de forma “estricta” y “diligente” con dicha normativa.
El Servicio de Supervisión de Concesiones de la institución metropolitana ha emitido un informe previo al decreto donde hace notar que "la situación de excepción vivida ha superado lo previsto en el Reglamento del servicio metropolitano del ciclo integral del agua" y propone al vicepresidente del AMB, Eloi Badia, que solicite a Agbar “proceder de otra manera” para minimizar los saltos de tramo en el precio del agua.
Agbar no pudo llevar a cabo la lectura manual de muchos de los contadores de agua domésticos de 23 municipios metropolitanos durante el confinamiento (con el subsiguiente aumento del consumo de agua en los hogares debido al encierro) por lo que se realizaron estimaciones de consumo para calcular las facturas. Con la desescalada, y la vuelta a la lectura de los contadores, el próximo recibo incluirá la diferencia entre el consumo estimado y el real.
El AMB pide mediante el decreto que se recalculen las facturas con un nuevo consumo estimado y que la diferencia se abone en la siguiente factura.
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