Los inmigrantes ya son el 5,4% de la población ovetense, 11.964 (el 51% hombres y el 49% mujeres), según los datos del Observatorio Permanente de la Inmigración de Asturias (Odina). Ha hecho un estudio sobre cómo son los extranjeros que viven en el concejo y los latinoamericanos son los más numerosos y sobre todo vienen de Ecuador (el 19%). La procedencia está relacionada con el género: Las mujeres vienen de Latinoamérica y los hombres de África.

De hecho, de donde menos proceden son de Senegal (el 11%) y de Marruecos (el 9%), aunque este último país es uno de los que más inmigrantes aporta a Oviedo actualmente. Los recién llegados son de Rumanía (el 23%), de Bolivia (el 14%) y de Marruecos (11%).

Y prácticamente todos llegan a la ciudad sin tener regularizada su situación. El 80% no tiene los papeles de la residencia y el 91% no ha conseguido un permiso de trabajo.

Según el informe de Odina basado en los datos aportados por 437 inmigrantes, el principal problema con el que se enfrentan los recién llegados (el 23% de los que hay) es la vivienda: Son inadecuadas, viven muchos en una misma casa y tienen problemas para que les alquilen un piso por «prejuicios» de los propietarios. Quienes llevan menos de seis meses aquí tienen también problemas económicos y de idioma, por lo que en muchos casos necesitan ayuda de instituciones.

El colectivo más numeroso es el de los «asentados». Son el 25% y la mayoría (el 64%) son mujeres que vienen de Ecuador y Colombia. Llevan más de tres años viviendo en España, sobre todo, en pisos alquilados, tienen papeles, están integrados, y muchos de ellos, hijos que hicieron el viaje con ellos y viven en Oviedo. Las familias son sobre todo ecuatorianas, paraguayas y chinas.

Los más necesitados

Llevan menos de seis meses aquí sin trabajo ni papeles. El 19% de los extranjeros que viven en Oviedo han necesitado la intervención de una institución o entidad de Odina para que les proporcionaran alojamiento y comida. Según el estudio son hombres jóvenes (tres de cada cuatro tiene menos de 30 años) que provienen, sobre todo, de Senegal y Marruecos porque esperan encontrar aquí un futuro mejor.

Pero cuando llegan, no consiguen mejorar su situación. No saben hablar español ni conocen nuestro contexto socio-cultural.

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