Mascarillas transparentes para combatir la Covid y no sentirse aislados: "Soy sordo y no te leo los labios"

Marcos Lechet, el hombre con discapacidad auditiva que ha conseguido recaudar más de 80.000 firmas para que homologuen las mascarillas transparentes.
Marcos Lechet, el hombre con discapacidad auditiva que ha conseguido recaudar más de 80.000 firmas para que homologuen las mascarillas transparentes.
Jorge Paris
Marcos Lechet, el hombre con discapacidad auditiva que ha conseguido recaudar más de 80.000 firmas para que homologuen las mascarillas transparentes.

"Soy sordo y no te leo los labios". Es el mensaje que lleva escrito en la mascarilla Marcos Lechet, una persona con discapacidad auditiva total desde los cinco años, que se ha presentado este jueves a las puertas del Ministerio de Sanidad para transmitir la necesidad de homologar las mascarillas transparentes.

Si ya de normal se enfrentaban a una serie de obstáculos a la hora de comunicarse, las mascarillas "opacas" han añadido una barrera más que les impide poder entender a la persona con la que están interactuando. "Ha tenido que venir una pandemia para que la gente sea consciente de que realmente es importante la cara del interlocutor para poder comunicarse", cuenta Lechet a 20 minutos, explicando que llevan años pidiendo una mascarilla accesible que les permita leer los labios -por ejemplo- al dentista, o al médico.

Sosteniendo la caja en la que se recogen las más de 80.000 firmas que ha conseguido recopilar a través de la plataforma Change.org, Marcos Lechet representa la voz de miles de personas que han sentido que la pandemia les aislaba de su entorno. "Trataba de hablar con amigos y no los entendía. Es realmente desesperante y muy frustrante", cuenta, afirmando que esos sentimientos fueron el motor que le llevó a tomar la iniciativa de hacer algo para tratar de cambiar la situación.

Marcos Lechet con la caja en la que se recopilan las más de 80.000 firmas que han conseguido a través de la plataforma Change.org.
Marcos Lechet con la caja en la que se recopilan las más de 80.000 firmas que han conseguido a través de la plataforma Change.org.
Jorge Paris

Una lucha por la homologación de las mascarillas inclusivas

Lechet reconoce que la rapidez y el impacto con el que llegó la pandemia de coronavirus a España no dio pie a que desde el ministerio de Sanidad fueran conscientes de la necesidad de pensar en aquellas personas -como las personas sordas o con autismo- que se enfrentaban a muchos más retos que el resto de la población. Pero ahora ya no hay excusa, dice, asegurando que es un tema de urgencia y lamentando que haya hecho falta que tanto colectivos como personas sordas reclamen esa necesidad.

"Existen mascarillas inclusivas que son igual de efectivas que las comunes. Simplemente tienen incorporada una ventana transparente que nos permite leer los labios" informan en la petición. Según cuenta Lechet, ya hay varias comunidades autónomas que están tratando de homologar este tipo de mascarillas más inclusivas, "pero todavía no ha salido al mercado". "Hay mascarillas que dicen que están homologadas, pero se descubre que lo que está homologado es la tela, pero no el plástico. El plástico, por ejemplo, se empaña, y al final el resultado es el mismo, porque no logras poder ver a través del vaho", añade.

En Suiza, por ejemplo, ya han empezado a comercializar con este tipo de mascarillas, fabricadas con un material compuesto en gran parte de biomasa. La clave de este tipo de mascarillas es dar con el polímero que garantice, tanto la protección, como la buena respiración de quien la lleve. Y los investigadores suizos consiguieron crear una membrana en la que las fibras dejan espacios de 100 nanómetros que dejan pasar el aire, pero filtran virus y bacterias. 

Uno de los modelos de mascarilla transparente.
Uno de los modelos de mascarilla transparente suiza.
TWITTER / SUSANADIAZ

En España, hay varias empresas que ya han empezado a producir mascarillas transparentes, pero aún así la lucha es la misma: que se homologue una mascarilla "que proteja, que no se empañe y que las personas se sientan seguras de llevarla". Los beneficios que ello traería ya no solo serían para aquellas personas que ven en las mascarillas un obstáculo para la comunicación, sino también para los profesionales sanitarios o incluso los profesores de colegios cuya labor se ve dificultada con este objeto que ha pasado a formar parte de la vida de todos. 

"Cuando una decisión es buena, la gente actúa positivamente"

Detrás de la mascarilla en la que lleva escrito el mensaje que engloba la reivindicación, sus ojos desprenden esperanza y optimismo, al ver que su propuesta – y la de miles de personas – por fin está siendo escuchada. "No me imaginaba que llegaría hasta aquí", confiesa. "Estoy muy contento de poder estar aquí y de poder transmitir al ministro de Sanidad cuál es el problema; no solamente de las personas sordas, sino también de aquellas que necesitan ver un rostro y una sonrisa para comunicarse".

"Estoy muy contento de poder transmitir al ministro cuál es el problema; no solamente de las personas sordas, sino también de aquellas que necesitan ver un rostro y una sonrisa para comunicarse"

Ahora, todo depende de la decisión que el ministro de Sanidad, Salvador Illa, tome tras la reunión que ambos han mantenido este jueves. "Cuando una decisión es buena, la gente actúa positivamente. Tengo esperanza, porque soy optimista. En muy pocos días he recibido respuesta del ministro, y ya eso para mi es un motivo de alegría, de que está escuchando", afirma.

No obstante, el esfuerzo tiene que ir más allá de las administraciones. La sociedad debe ser consciente y realizar un ejercicio de empatía y solidaridad para que, en el caso de que se homologuen, empiecen a optar por este tipo de mascarillas y vuelvan a integrar así a las miles de personas que se han sentido apartadas durante todos estos meses.

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