La alcaldesa accidental, Sara Fernández, y el concejal delegado de Personal, Alfonso Mendoza, han asistido al acto celebrado en el cementerio de Torrero y, posteriormente, han realizado una ofrenda floral en el cenotafio de granito y bronce, situado en el paseo de la Constitución, erigido en 1924, en memoria de estos trabajadores municipales.

Por su parte, Fernández ha recordado el compromiso profesional y la vocación de servicio público de estos tres trabajadores públicos que perdieron la vida en acto de servicio: "Fueron asesinados a tiros mientras trabajan por nuestra ciudad, cuando reparaban voluntariamente el alumbrado de Zaragoza, durante una huelga de electricistas", ha apuntado la vicealcaldesa.

Asimismo, Fernández ha aprovechado para recordar a los zaragozanos que "es fundamental conocer nuestra historia porque el legado que nos dejaron nuestros antepasados sigue vivo", por lo que ha invitado a los ciudadanos de la capital aragonesa a "disfrutar del patrimonio cultural y artístico y a que recuerden que cuando pasean por las calles, pueden conocer y reconocer lo que hicieron nuestros antepasados", ha apostillado.

José de Yarza y de Echenique desempeñaba la labor de arquitecto municipal desde 1911 y falleció a los 44 años, en plena madurez profesional, y dejó una huella muy visible en el trazado urbano de la ciudad, como autor de edificios modernistas.

Por último, Fernández ha querido agradecer a la familia de Yarza, presente en este homenaje, el legado que el arquitecto municipal dejó a la ciudad: "Gran parte del patrimonio modernista que tenemos en Zaragoza hay que agradecérselo a su trabajo".