Así lo ha manifestado en declaraciones a los medios de comunicación, tras reunirse con el presidente de Aragón, Javier Lambán, y el consejero de Educación, Cultura y Deporte, Felipe Faci, para abordar el inicio del curso escolar ante la situación sanitaria generada por la COVID-19.

Garcés ha considerado necesario que se activen los consejos escolares en los centros y que se den a conocer en ellos los planes de contingencia para que la comunidad educativa "los haga suyos", que ha estimado que habría que evaluar "prácticamente cada semana" para modificar lo que sea preciso, teniendo en cuenta que "habrá dificultades".

A su entender, la comunidad educativa ha de actuar "de forma conjunta" y evitar que padres, profesores y personal no docente "vayan cada uno por su lado". Ha confiado en que todos los implicados "van a saber actuar" y dar una respuesta "responsable".

También ha dicho que los procesos educativos "son fundamentales", ha abogado por centrarse en las competencias básicas y se ha mostrado convencido de que los docentes diseñarán unas programaciones "flexibles" que les permitan "de un día para otro cambiar el paso" ante la aparición de brotes puntuales.

CONFIANZA EN EL SISTEMA

El presidente del CEA ha expresado su confianza en el sistema educativo que aplicará "con rigurosidad" lo que se determine porque "tenemos una comunidad educativa potente" a la que "hay que dar seguridad y tranquilidad" ante una situación "muy delicada", en la que "el virus ha ido marcando los tiempos".

"Conociendo a los equipos directivos, a los docente y al cuerpo de inspección seguro que van a dar respuesta" porque son unos profesionales "súper implicados". A su entender, los profesores ya lo han demostrado ante la respuesta que han dado el pasado curso escolar y "la darán al inicio de curso".

Garcés también ha incidido en la flexibilidad ya que "hay escuelas muy pequeñitas, medianas y grandes centros educativos, tanto concertados como públicos", y ha apostado por disponer de recursos ahí "donde se necesiten" para dar "seguridad" a docentes y alumnos, también a las familias.

Sobre la conciliación, ha opinado que si bien la escuela "no puede mirar a otro", es un asunto más global, en el que "la empresa tiene mucho que decir y dar permisos a las familias cuando se produzcan casos puntuales", así como poner recursos en servicios como el comedor, mantener las becas, el servicio de madrugadores y "ver cómo funcionan las actividades extraescolares".

Por su parte, ha puesto a disposición del Gobierno autonómico del Consejo Escolar de Aragón, "máximo órgano de representación de toda la comunidad educativa, por si tenemos que tomar acciones, estudios, planteamientos" ya que "estamos de cara a este proceso, con toda la comunidad educativa detrás".