Un sistema efectivo de test y rastreo podría reducir la transmisión del coronavirus un 26%

Una trabajadora sanitaria protegida realiza un test a una mujer
Una trabajadora sanitaria protegida realiza un test a una mujer.
Marta Perez
Una trabajadora sanitaria protegida realiza un test a una mujer

¿Tiene España capacidad para realizar un rastreo efectivo de los contactos de los contagiados de coronavirus? ¿Se están realizando suficientes test a la población para localizar a los infectados? La respuesta a estas cuestiones, que llevan meses en el aire y han suscitado un encarnizado debate, debería ser afirmativa para lograr frenar con éxito la propagación de la pandemia. Algo que ha venido a ratificar un nuevo estudio, que asegura que la transmisión de la COVID-19 puede reducirse un 26% con su sistema eficaz de pruebas y seguimientos.

Un trabajo llevado a cabo por investigadores del Imperial College London y publicado en la revista The Lancet Infectious Diseases concluye que los test y los rastreos realizados de manera "efectiva" entre la población pueden reducir hasta en un 26% el número de reproducción del virus (R0) -que es la cantidad de personas a las que un individuo puede contagiar, de media, siempre que no haya inmunidad y que la gente no tome medidas para no infectarse-.

Para que una epidemia pueda considerarse controlada, este indicador R0 debe permanecer por debajo de 1, es decir, que cada individuo contagie a menos de una persona, y, mientras se sitúe por encima de ese umbral, la pandemia continuará expandiéndose. Este nuevo estudio apunta a los rastreos y las pruebas como herramienta fundamental para reducir el número de reproducción del nuevo coronavirus, que muchos países lograron controlar durante un tiempo, pero que han visto aumentar de nuevo en las últimas semanas.

Para lograr doblegar de nuevo este índice, los test deben practicarse a un porcentaje "amplio" de la población y los seguimientos deben realizarse con "prontitud". De hecho, explican los autores, esta reducción del 26% del R0 se consigue cuando se identifica el 80% de los positivos y los contactos, se realizan pruebas inmediatamente después de la aparición de los síntomas y se pone en cuarentena en un plazo de 24 horas a quienes han estado con un positivo.

Seguimiento a los sanitarios y grupos de riesgo

No obstante, los investigadores advierten: maximizar la efectividad de los rastreos y los test no es suficiente, por lo que necesitarán ser complementados con otras medidas, como el mantenimiento del distanciamiento físico. 

"Nuestros resultados muestran que las pruebas y el rastreo pueden ayudar a reducir el número R0, pero para ello es preciso realizarlos de forma efectiva y rápida. Por sí solos no serán suficientes para controlar la transmisión en la mayoría de las comunidades y se necesitarán otras medidas paralelas para reducirlo a menos de uno", resalta el profesor Nicholas Grassly, del departamento de Salud Pública del Imperial College y uno de los autores del estudio.

Así, para optimizar las estrategias de contención de la difusión del virus, los autores recalcan la necesidad de evaluar regularmente a los grupos de alto riesgo, como los trabajadores de la salud y de la asistencia social.

En este sentido, estiman que el examen semanal con pruebas PCR de los profesionales de estos colectivos, sintomáticos o no, reduce su contribución a la transmisión del coronavirus en un 23% adicional.

El equipo del Imperial College London, que desarrolló un modelo matemático basado en la capacidad infectiva del virus y la sensibilidad de las pruebas PCR, también se ha pronunciado sobre los conocidos como pasaportes de inmunidad. Centro de gran controversia, los investigadores creen que estos documentos afrontarían importantes desafíos técnicos, legales y éticos.

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