Los agentes estaban realizando un servicio de patrulla cuando en un céntrica calle del municipio observaron un vehículo parado en mitad de la vía pública y con las luces encendidas.

Al acercase hasta el automóvil, escucharon fuertes gritos que provenían de un domicilio colindante. En ese momento, una persona requirió su ayuda desde la ventana de abajo para asistir a su esposa, que estaba dando a luz.

Ayudándose de sábanas y mantas, los agentes tumbaron a la mujer en el suelo del salón y, a través de contacto telefónico con el '1-1-2', siguieron las instrucciones del médico de guardia para lograr que el bebé naciera sin complicaciones.

Finalmente, con la llegada de los servicios sanitarios, el parto fue un éxito y la madre y el niño fueron trasladados al centro de salud.