En una nota de prensa, la Conselleria de Medio Ambiente y Territorio ha explicado este martes que el presupuesto base de la obra es de 113.416 euros y las empresas podrán presentar sus ofertas hasta el 4 de septiembre.

El objetivo es remodelar las instalaciones del tratamiento biológico de la depuradora para garantizar la correcta depuración de las aguas residuales del casco urbano de la localidad.

Con los trabajos, será desmontada una parte de la instalación actual, que sirve para airear el lagunaje biológico de la depuradora a partir de la mejora del sistema, y la sustitución de algunos elementos que están en estado de deterioro.

Entre otras actuaciones previstas, se encuentra el desmontaje y saneamiento de los colectores de reparto, la instalación de nuevas bombas de recirculación con tubería hasta la entrada de agua o la instalación de aireadores y agitador en balsa del biológico, entre otros.

El plazo de ejecución de estas obras será de cuatro meses. Estas mejoras se enmarcan en el conjunto de actuaciones de saneamiento y depuración impulsadas por la Agencia Balear del Agua para garantizar el buen funcionamiento de la red de depuradoras de gestión autonómica.

De este modo, se responde al Informe del tratamiento de las aguas residuales urbanas elaborado por la empresa pública, donde se identificaba que ocho de las 79 depuradoras tenían una depuración deficiente de las aguas residuales urbanas.

El Govern ha recordado que la EDAR de Sant Josep es una instalación de pequeñas dimensiones diseñada para una población de 1.380 habitantes y depura un caudal de 60.000 m3 anuales, lo que supone el 0,5 por ciento del caudal depurado en Ibiza.

Desde la Agencia han señalado la "necesaria" coordinación de las actuaciones con las instituciones locales para garantizar la adecuada depuración de las aguas residuales urbanas. Para hacerlo, han incidido, hacen falta actuaciones de mejora del alcantarillado por parte de los ayuntamientos y mejoras de las depuradoras por parte del Govern.

Según han recordado también, un 82 por ciento de las aguas residuales urbanas en Ibiza llegaban a las depuradoras con valores superiores al umbral legal, dificultando una correcta depuración.