El alcalde, Julio Millán, y el concejal de Mantenimiento Urbano, Javier Padorno, han visitado esta intervención, que "está próxima a terminarse" tras diversas vicisitudes y se incluye en el proyecto de mantenimiento y reparación de vías de la ciudad.

"En febrero, al comenzar las obras de demolición, pudimos comprobar que la red de abastecimiento estaban en muy mal estado y, en el caso del saneamiento, la situación era también mala, al estar formado por un conjunto de cobijas que tenía muchas pérdidas de agua y generaba filtraciones", ha explicado el edil para añadir que ello obligó a poner en marcha unas obras de emergencia para la mejora del suministro de agua y el alcantarillado.

Posteriormente, el avance de estos trabajos permitió comprobar otro déficit de la vía, ya que la canalización de suministro eléctrico estaba muy próxima al resto de servicios de la calle. De ahí, que, para evitar daños en el cableado, los trabajos de movimiento de tierras se acometieron "prácticamente a mano, al igual que la posterior compactación". En concreto, el coste de la intervención de renovación del alcantarillado y abastecimiento ha sido de 41.000 euros.

A estos problemas, que retrasaron la ejecución de la mejora en la calle Azulejos, hay que añadir los dos meses de paralización del proyecto, debido al confinamiento que se derivó de la declaración de estado de alarma por la pandemia del coronavirus.

"A pesar de todos estos contratiempos, la intervención está en la fase final y ha quedado en muy buen estado", ha afirmado el responsable de Mantenimiento Urbano. La vía ya puede ser transitada por peatones y en breve se abrirá el paso a las cocheras que han sido afectadas.