Los Reyes Magos y
Papá Noel no son los únicos que
reciben cartas estos días. Las oficinas postales de Jerusalén recibien a diario
miles de cartas de todo el mundo dirigidas a
Dios.
Los remitentes piden que sus misivas sean introducidas en el
Muro de las Lamentaciones, el lugar más sagrado para los judíos, para así hacer llegar a Dios sus mensajes.
Los empleados postales tratan de cumplir los deseos de los remitentes en la medida de sus posibilidades y dejan las cartas a Dios entre las desgastadas piedras del muro.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios