El Partido Popular afirmó este jueves a Servimedia que su diputada Cayetana Álvarez de Toledo seguirá siendo la portavoz parlamentaria en el Congreso de los Diputados, ya que ni Pablo Casado ni otros dirigentes de la cúpula tienen previsto realizar cambios en este sentido. "No está sobre la mesa", sentenciaron.

Fuentes oficiales de la formación popular negaron así a Servimedia los rumores sobre un posible cambio de portavoz en el Grupo Parlamentario Popular del Congreso como gesto para moderar la labor de oposición a partir del próximo mes de septiembre.

La posibilidad de sustituir de Álvarez de Toledo ha surgido en varias informaciones periodísticas durante la última semana, especialmente al trascender que en el Grupo Parlamentario Popular existe cierto malestar interno por la sustitución de Gabriel Elorriaga como coordinador de asesorías.

El PP ya allana el terreno para relevar a Álvarez de Toledo como portavoz y girar hacia un perfil moderado y de gestión

Elorriaga dejó el puesto en julio, tras tomar posesión del escaño de diputado por Madrid en sustitución de la exministra de Agricultura Isabel García Tejerina, que decidió abandonar la política para dar el salto a la actividad privada una vez cumplidos los dos años de incompatibilidades que establece la ley.

El PP sostiene que sus normas internas "obligan" a que Elorriaga renunciara a esa responsabilidad al tomar posesión del acta de diputado, al igual que pasó con la también diputada Pilar Marcos cuando era directora del gabinete de Álvarez de Toledo.

Las fuentes consultadas subrayaron que el cargo era "incompatible" desde un punto de vista funcional porque Elorriaga coordinaba las asesorías de los grupos en el Congreso, en el Senado y en el Parlamento Europeo, lo cual es "imposible" de acometer a la vez que se cumplen las obligaciones como diputado.

En lugar de Elorriaga, el PP ha colocado a José Sánchez Arce, un exasesor de María Dolores de Cospedal y que en los últimos meses estaba trabajando como adjunto al director del gabinete de Pablo Casado. Su salida de Génova 13 para enlazar los trabajos de asesorías de los tres grupos parlamentarios debería redundar en una mayor coordinación, aunque su llegada a la Cámara Baja no ha caído especialmente bien en el círculo de confianza de Álvarez de Toledo.