Sarkozy se reúne con el Dalai Lama, pese a las amenazas comerciales de China

  • Pekín amenazó con sanciones comerciales y boicot a los productos galos de producirse ese encuentro.
  • Sarkozy pidió que no se dramatizara su reunión con el líder del Tíbet.
  • Subrayó que "el mundo necesita una China abierta que participe en el gobierno global".
Nicolas Sarkozy y el Dalai Lama durante una reunión. (REUTERS)
Nicolas Sarkozy y el Dalai Lama durante una reunión. (REUTERS)
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Nicolas Sarkozy y el Dalai Lama durante una reunión. (REUTERS)

El jefe del Estado francés y presidente de turno de la Unión Europea (UE), Nicolas Sarkozy, se reunió hoy con el Dalai Lama en Gdansk (norte de Polonia), a pesar de las duras críticas vertidas por Pekín, que amenazó con sanciones comerciales y boicot a los productos galos de producirse ese encuentro.

Minutos antes de la entrevista, Sarkozy pidió que no se dramatizara su reunión con el líder espiritual del Tíbet y subrayó que "el mundo necesita una China abierta que participe en el gobierno global, al igual que China necesita una Europa fuerte que dé trabajo a las empresas chinas".

Las palabras del dirigente francés llegan después de las presiones de Pekín para impedir este polémico encuentro, que llevaron al Gobierno chino a anular una cumbre con la Unión Europea, prevista para principios de diciembre en Francia, y a cancelar una reunión bilateral al más alto nivel en París.Amenazas

Las últimas amenazas saltaban al plano económico y aludían a sanciones comerciales y a un posible boicot a los intereses franceses, importantes en el país asiático si se tiene en cuenta que, tras la vista de Sarkozy a Pekín a finales de 2007, las compañías francesas obtuvieron contratos por 20.000 millones de euros.

Pero Sarkozy también tuvo este sábado palabras para apaciguar al gigante asiático cuando afirmó que siempre ha considerado que el Tíbet es una "parte de China", a la vez que dejó claro que, en su opinión, el Dalai Lama no lucha por la independencia de esa región. La presión china y su potencial económico han hecho que los líderes occidentales se lo piensen dos veces antes de reunirse con el Dalai Lama, Premio Nobel de la Paz 1989 y a quien el Gobierno chino considera un peligroso separatista.

Así sucedió el pasado agosto, durante una visita a París, cuando el Dalai Lama tuvo que conformarse con mantener una entrevista sólo con la primera dama francesa, Carla Bruni, y con el ministro de Exteriores, Bernard Kouchner, sin que entonces fuese posible el encuentro con Sarkozy.

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