Cómo empezar a invertir desde muy poco dinero

  • El efecto de la inflación obliga a mover el dinero para evitar su pérdida de valor y los gestores automatizados permiten hacerlo de una forma sencilla y barata
Una sicav es un instrumento utilizado principalmente por las grandes fortunas porque les permite invertir parte de su dinero y diferir el pago de impuestos.
La inversión puede realizarse con poco capital de inicio.
GTRES
Una sicav es un instrumento utilizado principalmente por las grandes fortunas porque les permite invertir parte de su dinero y diferir el pago de impuestos.

Para poder comprar hoy lo que en el año 2000 se adquiría con 10.000 euros se necesitarían 14.700 euros, es decir, 4.700 euros más. En otras palabras, el paso del tiempo se habría comido la mitad de nuestros ahorros en dos décadas, tal y como demuestra la calculadora del Instituto Nacional de Estadística (INE). Esta variación se explica por el efecto de la inflación ante la subida del Índice de Precios al Consumo (IPC).

El objetivo del Banco Central Europeo (BCE), que es quien vigila el Índice, es mantenerlo, como mucho, en una subida del 2%, lo que quiere decir que si no queremos ver como nuestros ahorros pierden valor deberíamos invertirlos en productos financieros que superen ese 2% de rentabilidad.

En un contexto en el que los depósitos y las cuentas remuneradas tienen una casi nula rentabilidad (una media del 0,4%, según el Banco de España) resulta necesario mover los ahorros en productos de inversión que consiga superar esa barrera. Hasta hace relativamente pocos años hablar de inversión evocaba al pensamiento de grandes cantidades de dinero, y profundos conocimientos financieros que ayudaran a seleccionar los mejores valores en los que posicionarse. Pero, por fortuna, esa tendencia está cambiando apoyada en productos que permiten invertir desde muy poco dinero (algunas propuestas permiten empezar desde los 50 euros) y de forma muy sencilla. Uno de estos productos son los gestores automatizados.

El primer paso para invertir con un gestor automatizado (o roboadvisor) es tener clara nuestro objetivo financiero para poder ajustarlo a nuestro perfil de riesgo. Para ello deberemos realizar un test que identificará dicho perfil y automáticamente nos propondrá la cartera que mejor se adapta a nuestras circunstancias. Algunas veces, además, también hay un equipo humano de análisis que complementan o corrigen con su visión la propuesta del algoritmo. Esta cartera suele estar compuesta por fondos indexados, es decir que replican a un índice, y que tienen unos costes de gestión inferiores a los productos tradicionales.

Mucha gente se pregunta si su dinero tiene más riesgo al invertirse en un gestor automatizado en lugar de en otros productos, por no ser en muchos casos entidades bancarias los que los ofrecen. Pero en realidad, hay que tener en cuenta que aunque no sea el propio banco quien lo haga, el dinero si suele estar alojado (custodiado) en ellos, por lo que están supervisados por el Banco de España y/o la CNMV. También están adheridos al Fondo de Garantía de Inversiones (FOGAIN) o al Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) en el caso de sus entidades matrices.

Las comisiones pueden anular la rentabilidad

Las comisiones son claves para la rentabilidad de nuestras inversiones. Muestra de ello son los cálculos de Warrent Buffet, en los que invirtiendo un millón de dólares en 1942 en el S&P 500 durante 77 años se habrían logrado 5.300 millones de dólares, frente a los 2.650 millones de dólares si se hubiese tenido que pagar una comisión anual del 1%.

En este aspecto, los gestores automatizados pueden contratarse con comisiones anuales inferiores a las de los fondos de gestión pasiva. Por ejemplo, el gestor automatizado de MyInvestor, el más competitivo del mercado, tiene una comisión total del 0,42%, mientras la comisión de solo un fondo de gestión activa suele moverse en el entorno del 1%. Ese coste del 0,42% implica un coste medio de 42 euros anuales por cada 10.000 euros.

Pero MyInvestor no es el único gestor automatizado con costes reducidos. Indexa Capital, por ejemplo, se autodefine como un modelo basado en cobrar comisiones “radicalmente” bajas. Desde que nació, en 2015, ha rebajado sus costes hasta en 15 ocasiones, situándose en la actualidad en el 0,62%, al igual que el servicio de Popcoin.

Si quieres conocer más detalles sobre los gestores automatizados, así como comparar sus rentabilidades, Finect ha publicado un e-book sobre este servicio que puede descargarse de forma totalmente gratuita desde su web.

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