El acto comenzó a las ocho de la tarde en la plaza de Cervantes, a los pies de la escultura del insigne escritor, organizado por las veinte peñas de Alcalá de Henares, dentro del programa de las fiestas de su patrón: san Bartolomé.

Para la ocasión se habían editado 8.000 pergaminos con el primer capítulo de El Quijote, con el objetivo de superar el  actual récord de lectura simultánea, conseguido en el distrito madrileño de Villa de Vallecas, con 1.700 lectores de esta misma obra.

El alcalde de Alcalá de Henares, Bartolomé González, calificó de "emotiva" esta iniciativa y dijo: "Los ciudadanos se han volcado y han vuelto a cubrir con creces nuestras expectativas".

Eduardo Boga, portavoz de los organizadores, recordó que este evento es la particular manera que tienen las peñas festivas de celebrar el IV Centenario de la publicación de la primera parte de El Quijote.

Pablo Carbonell, maestro de ceremonias

La lectura simultánea tuvo como maestro de ceremonias al humorista y cantante Pablo Carbonell, quien confesó que todavía no ha leído El Quijote, porque le parece "de un sadismo extremo". Y añadió: "Yo soy todavía demasiado sensible y tengo que ver más televisión antes de retomar la lectura".

Los alcalaínos comenzaron a llegar a la plaza de Cervantes a las 18.00, momento en que se abrió la inscripción ante notario. A las 20.10, después de diez minutos de lectura simultánea, toda la plaza botó para celebrar la consecución del objetivo.

Trámites legales

Ahora serán las peñas las que tienen que recabar todo el material informativo y gráfico disponible para enviarlo, junto con el acta notarial, a Londres, solicitando a los responsables del Libro Guinness de los Records su inscripción oficial.

Si el Guinness da el visto bueno, las peñas recibirán un certificado que les acreditará como valedoras del récord de lectura simultánea.