De este modo, ha señalado Franquis, "se pone en marcha la construcción de una importante vía con la que se da respuesta" a los acuerdos negociados con el Cabildo de Fuerteventura para priorizar las obras de infraestructura viaria necesarias para cerrar el denominado Eje Norte-Sur que vertebra la isla. Con ello, añadió, se "reafirma la voluntad del Gobierno de Canarias de impulsar en esta legislatura la culminación del citado eje insular".

La obra, a cuya licitación se presentaron hasta diez empresas o UTE, persigue ejecutar el presupuesto asignado de tal forma que en el año 2020 destine 6 millones de euros; en 2021, 18 millones; en 2022 y 2023, 23 millones de euros en cada año; y en 2024, 22 millones de euros, según informó el Gobierno canario en nota de prensa.

Así, la carretera se empezará a ejecutar en las próximas semanas, en el marco del segundo tramo del Eje Insular de Fuerteventura, en sentido norte-sur, que conecta el tramo La Caldereta-Corralejo, puesto en servicio en diciembre pasado, con el aeropuerto.

Este trazado contempla una autovía de 17 kilómetros, con calzadas separadas de dos carriles por sentido, arcenes exteriores de 2,5 metros, e interiores de un metro, así como cinco enlaces a lo largo de la vía. Además conectará el enlace que une La Caldereta y Corralejo, por lo que la conexión entre el norte de Fuerteventura y el aeropuerto de la isla quedará definida por una vía rápida de cuatro carriles cuando finalicen los trabajos.

Asimismo, esta variante permitirá duplicar la capacidad de la circunvalación a Puerto del Rosario o FV-3, contribuyendo así a disminuir significativamente la siniestralidad en las vías interurbanas de esa isla, así como a incrementar la fluidez de la circulación y a reducir la incidencia acústica en el entorno.

El proyecto ahora adjudicado, dijo, "cumple escrupulosamente" con los 17 condicionantes solicitados para obtener la aprobación de la declaración de impacto ambiental, de tal forma que las obras se harán teniendo en cuenta que se respetará el enclave arqueológico del Barranco de Tinojay, además de alejarse de las zonas de avistamiento de hubaras y se aprovechará al máximo la vía existente en la circunvalación a Puerto del Rosario (FV-3), sin afectar al crecimiento poblacional de las zonas urbanas aledañas, adaptándose así a las previsiones del Plan Insular de Ordenación de la isla (PIOF).