Scarlett Johansson da vida a un personaje de cómic en The Spirit, un filme de Frank Miller basado en el cómic homónimo, que cuenta las aventuras un mítico detective enmascarado, creado por Will Eisner en los años 40.

¿Qué supone ponerse a las órdenes de Miller?

Es un visionario, que tiene toda la película en la cabeza. Todo el rodaje fue muy divertido.

La Silken Floss original es muy distinto al que usted encarna. ¿Cómo convenció a Miller para que la escogiese?

¡Tuve que pagarle un montón de dinero! En realidad, nos conocimos en un restaurante y me dijo lo que quería. Nos caímos bien, pero nos dimos cuenta de que era más mayor, y que no terminaba de interesarme. Me despedí diciéndole que me encantaría coincidir con él en otra ocasión. En el acto me dijo que lo cambiaría y lo haría para mí... ¡pero tuve que invitarle a la cena!

¿Leía cómics de pequeña? ¿Soñó con ser algún personaje?

Nunca he tenido interés por el cómic, me parecía de gente excluyente. Si no te gustan, no te aceptan. De pequeña me gustaban las obras de teatro, los musicales. Me imaginaba siendo Norma Desmond en El Crepúsculo de los Dioses. Nunca soñé ser un superhéroe, sino la protagonista de un musical.

Después de ser la musa de Woody Allen, ¿echaba de menos sus diálogos en esta película?

Son proyectos muy diferentes. Encasillarse sería muy aburrido. Me apetecía hacer algo así, y trabajar con Samuel L. Jackson fue muy divertido. Conectamos muy bien, el rodaje fue espectacular.

Casi un año después del rodaje, ¿qué recuerda de Vicky Cristina Barcelona?

Fue un trabajo extraño. Era maravilloso estar en esa ciudad, pero me sentía como un personaje de ¿Dónde está Wally?. Siempre nos rodeaban miles de personas. Miraba a los otros actores, o a Woody, y al fondo nos contemplaba muchísima gente. Era como ir todos los días a un estreno, sólo que trabajábamos de verdad. La comida, el clima, es una maravilla, pero apenas pude ver la ciudad. Mi experiencia turística en Barcelona fue sólo a través de los ojos de mi personaje.

¿Y de Bardem y Cruz?

Son muy dulces. Amables, cercanos... Tuvimos muy buena comunicación, y fue apasionante el proceso de construir nuestros personajes. Guardo un gran recuerdo de los dos.

¿La eligen por buena actriz o por sexy?

No lo sé... supongo que por las dos cosas. Es como ser bilingüe, que te da más opciones, pero no es lo único. Siento que puedo trabajar con muchos directores distintos, hacer papeles muy diferentes todavía, y que pasaré por varias etapas. Soy muy joven: espero que con treinta o cuarenta años me lleguen papeles aún mejores. En todo caso, no es principal, sino un punto a mi favor.

BIO: Nació en 1984 en Nueva York. Debutó en el cine con diez años. Está casada con Ryan Reynolds.