La escuela de Luaña tiene un alumno menos de los que se consideran el mínimo para mantener abiertas este tipo de escuelas y, según denuncian madres y padres, ahora los alumnos se trasladarían a Pedrouzos, una escuela que quedaría "masificada" en un contexto en el que se apuesta por "aulas burbuja".

En un escrito conjunto, la comunidad educativa entiende que los criterios del cierre que "prioriza" la Xunta en este caso "son los economicistas" frente al "derecho constitucional de protección de la salud" del alumnado, ya que esta escuela "cumple con la totalidad de requisitos sanitarios exigidos y es la definición de 'aula burbuja' propuesta".

Añaden que, "por si fuera poco", estos niños van a acabar en aulas "ya de por sí masificadas" en otros centros del municipio, y "aumentarán la problemática ya presente en los servicios de comedor y autobús".

De este modo, y apelando al "sentidiño", que la propia Xunta emplea como lema, reclaman el "imperativo mantenimiento de la escuela" para el próximo curso, ya que "en situaciones extraordinarias, se deben adoptar medidas extraordinarias".

APOYO DEL BNG

Precisamente sobre esta cuestión se ha pronunciado este lunes la diputada electa y responsable de Educación en la pasada legislatura del BNG, Olalla Rodil, quien ha considerado "irresponsable" el cierre de esta escuela, o la de Verducido (en Pontevedra).

Así, ha mostrado "todo el apoyo" de la formación nacionalista y ha reclamado a la Xunta que, al menos, se siente a hablar con la comunidad educativa sobre esta cuestión. "No pueden primar un supuesto ahorro que nos puede salir muy caro a todos", ha enfatizado.

El BNG apuesta por "reducir ratios" en las escuelas con la contratación de más profesorado y con el fin de garantizar el distanciamiento. Además, ha señalado que "no deberían cerrar en ningún caso, pero mucho menos en esta situación" las escuelas unitarias, con grupos pequeños de estudiantes.